「¿Éｌ ｏ ｙｏ?」 ✧ Jaeyong ✧ Yutae✧

31 🍃 Taeyong

Después de lo sucedido estuve evitando a Jaehyun tanto como podía, incluso si tenía que sentarme con otros compañeros; a la hora del almuerzo Sicheng y yo volvimos a estar solo los dos, de cualquier forma seguía hablando con Yuta en la habitación, quién no dejaba de decirme que Jaehyun era un idiota que solo se quería aprovechar de mí.

—Ya tengo todo listo para la pijamada, mis papás tampoco estarán ese día así que estaremos solos— Shicheng me abrazó y yo lo abracé igual, creo que con lo sucedido nos volvimos mucho más cercanos, aunque a ambos nos estuviera empezando a gustar la misma persona.

—Bien, ¿Invitaremos a Kun y a Ten? Hace mucho que no veo a Kun y a Ten ni siquiera lo he visto— Shicheng se quedó pensativo pero asintió feliz, los cuatro éramos el típico team de amigos a distancia, a excepción de Sicheng y Kun, quienes ya se conocían desde hace mucho en persona.

Ten estaba en su país natal, Tailandia, pero hace poco vino a Corea a una academia de danza muy importante, el tiempo que llevaba aquí no lo había visto, ni siquiera un día.

—Entonces hoy los invito, ¿Quieres que te acompañe a tu aula?— yo asentí, cuando nos levantamos rodeé su brazo con el mío y recargué mi cabeza en su hombro —Ten estará feliz por verte— me vió tan fijamente por unos segundos que me sentí expuesto.

—Nunca pasó nada entre nosotros, cuando conocimos a Ten yo ya salía con ya sabes quién, ni lo pienses— los dos nos levantamos para dejar nuestras bandejas de comida e ir a nuestras aulas.

—Te acompaño, no quiero ser el primero en llegar— Sicheng me tomó del brazo y me llevó prácticamente corriendo a mi aula —Suerte— me empujó dentro y se fue muy rápido, parecía que estaba corriendo.

Solamente estaba yo así que no fue difícil decidir por una banca, iba a escribirle a Kun y a Ten para avisarles de los planes cuando escuché que alguien entró, y como soy la persona con la suerte más grande en el mundo, estaba Jaehyun en la puerta.

—Me voy a gastar si me sigues viendo y sé que no quieres eso, bonito— se sentó en el asiento a mi lado y me tomó del mentón —No tardan en llegar los demás, aunque igualmente no me molestaría que nos vieran— traté de zafarme pero fue en vano, obviamente era más fuerte que yo, así que terminó besándome, claro que sin yo ceder al beso.

Como pude lo empujé y él solo se rió.

—Creo que es muy tonto decirlo después de todo lo que hicimos esa noche, pero la vida se basa en etiquetas ¿No crees?— yo ni siquiera respondía, no quería ni siquiera verlo, solamente quería moverme de ahí pero al estar en la pared era muy difícil, además ya los demás estaban llegando poco a poco —¿Qué dices, bonito? ¿Quieres ser mi novio?—

Todos en el salón se quedaron en silencio pues no es como si lo hubiera dicho de la manera más discreta, a menos que su manera discreta sea subiendo el tono de su voz.

Y yo solamente quería irme, quería encerrarme en mi cuarto, quería sentir que todo era un sueño, pero no un buen sueño, era un mal sueño, casi tirándole a pesadilla.