Doctor Suppasit

Diez

Sí querías dinero solo debías pedírmelo. 

Gulf no comprendía el mensaje enviado por su novio. Llevaba toda la mañana tratando de contactarlo pero no era posible. Mew no respondía sus mensajes y las llamadas parecía que las rechazaba. 

Estaba ansioso por que fuera la hora de la salida. Necesitaba saber a qué se refería su novio. Qué recuerde nunca le ha pedido dinero al médico ¿porque de pronto mencionaba el dinero? ¿Será que perdió dinero y piense que él lo tomó? 

No, imposible. Mew nunca creería que él tomaría dinero suyo. Él sería incapaz y Mew debe saberlo. 

—¿Estás bien? —preguntó Kao, en el receso al ver al menor distraído. 

—¿Eh? ¡Oh! Si, estoy bien. 

Kao lo miro con una ceja arqueada, queriendo decir de manera silenciosa que no le creía nada. Gulf suspiro rendido. 

—Mew me mandó un mensaje, pero no he podido comunicarme con él. 

—¿Es algo grave? 

Gulf se encogió de hombros. 

—¿Qué decía? 

—En realidad... no lo sé, es algo confuso. 

—¿Por qué no le preguntas al chico que siempre te sigue? —sugirió Kao. 

A Gulf le brillaron los ojos debido a la idea de su amigo. Seguro Luke podría comunicarse con él mayor.

Fue hasta la puerta cerrada del instituto, buscando con la mirada a su seguridad, pero fue extraño para Gulf no verlo. Siempre estaba a todas horas, incluso cuando estaba en clase todavía podía verlo rondando el instituto. 

Una sensación abrumadora le recorrió el cuerpo ¿Y si había pasado algo malo al médico? 

Regresó al salón de clases cuando escuchó la campana que anunciaba el fin del receso. Por el rostro entristecido del menor, Kao se dio cuenta que no había podido lograr nada. 

Las horas continuaron pasando, la ansiedad crecía en el interior de Gulf. Los minutos se hacían cada vez más lentos, veía el reloj constantemente pero este no parecía avanzar. 

Cuando finalmente sonó la hora de salida, Gulf fue el primero en salir, seguido por Kao que estaba preocupado por su amigo. Una vez afuera Gulf buscaba el auto del mayor pero no lograba encontrarlo, enseguida busco a Luke pero tampoco estaba. 

Intentó llamarlo pero el médico seguía sin atender sus llamadas. 

—¿Qué pasa Gulf? 

—No, no lo sé. Creo que... no se... 

Kao le palmeo el hombro, buscando con la mirada el auto del médico, comprendió que Mew no había recogido al menor. 

—¿Qué tal si te llevo a casa? 

Gulf sacudió la cabeza. 

—Prefiero esperar, probablemente tuvo un mal día en el hospital y no debe tardar. 

—¿Estás seguro? —preguntó Kao no muy convencido. 

—Si. De verdad puedes irte, no te preocupes por mí. Estoy seguro que Mew vendrá. 

—Llamame si necesitas algo ¿de acuerdo? 

Gulf asintió, se despidió de su amigo con un movimiento de mano. Después comenzó a caminar de un lado a otro, ansioso.