Dieciocho

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Mew estaba frustrado, había podido salir pronto del tránsito pero ahora tenía que conducir con moderación. Por fortuna, su casa no quedaba lejos del hospital, así que no tardó mucho en llegar. 

Habían una patrulla detenida frente a su casa, no tuvo tiempo siquiera de estacionarse correctamente, simplemente salió del auto sin siquiera despegar las llaves del coche. 

Corrió hacia dentro, fue detenido por uno de los policías pero, el médico, con la poca paciencia que tenía, sólo gritó que era el dueño y en el momento en que su grito resonó por la casa, Gulf apareció al final de las escaleras. 

Él policía se apartó y Mew corrió hacia el menor, lo tomó de las mejillas revisando que no estuviese herido para después pegarlo a su pecho suspirando de alivio. 

Por encima de la cabeza de Gulf, vio a Luke quien le hizo un gesto recordándole que no estaban solos y que no debía hacer un espectáculo o llamar la atención. Como por ejemplo: besar al menor. 

—¿Estás bien? —preguntó, cuando se separaron del abrazo. 

—Lo estoy, Luke llegó a tiempo. 

Mew le dedicó una sonrisa de alivio pero, no podía negar que también se sintió triste por tener que ser otro quien lo haya protegido y no él. 

—Lo importante es que estamos bien —dijo el menor de pronto, como si hubiese leído los pensamientos del médico. 

—Lo siento, lo siento mucho. 

Gulf sacudió la cabeza con suavidad, indicándole que no tenía por qué disculparse. 

En ese momento, un oficial se aclaró la garganta llamando la atención de la pareja. 

—Señor Suppasit ¿puedo hablar con usted un momento? 

—Por supuesto —respondió al oficial, después dirigió su mirada a Luke —. ¿Puedes quedarte con Gulf un momento? 

Su amigo asintió, tomó al menor por los hombros y lo llevó hasta la sala de estar. 

Mew en cambio, se dirigió a su oficina para poder hablar mejor con él oficial. 

—¿Es usted el tutor del menor? 

Mew asintió, sirviendo un vaso con agua extendiéndosela al oficial, quien ya había tomado asiento frente al escritorio del mayor.

—El joven es menor de edad ¿podría decirme por qué es que el joven se encontraba solo en casa por la noche? 

—Soy médico, oficial. No tengo un horario fijo, mis vueltas al hospital pueden surgir en cualquier momento. 

—¿Por qué si no tiene tiempo para hacerse cargo de un menor de edad, lo adoptaría? 

—¿Quiere decir que por que soy médico no tengo derecho a formar una familia? —inquirió el mayor con una ceja alzada, sentándose en su silla, detrás del escritorio.

—Claro que tiene derecho, pero no tiene pareja ¿o me equivoco? Como para hacerse cargo de un menor de edad. 

—Gulf está a meses de cumplir la mayoría de edad, no es un bebé. Pero, ¿Por qué pone en cuestión mi tutoría cuando el hermano biológico de Gulf ha entrado a mi casa a mitad de la noche? Si investiga un poco más se dará cuenta que lo hemos denunciado por extorsión, agresión física y mental. 

—Esa es la cuestión, señor Suppasit. El joven nos ha dicho que ha entrado de esa manera porque usted no le permite ver a su hermano. Lo cual pone en duda... 

Mew soltó una risa carente de diversión. 

—¿Así que ha interrogado al delincuente y viene a poner en duda a la víctima? ¿Así es esto? ¿Desde cuándo le creen más a un delincuente? Que mierda de sistema tienen. 

Doctor SuppasitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora