ᝰ Carrusel

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El amor es como ir en un carrusel

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El amor es como ir en un carrusel.

De repente puedes ir de su subida, pero también puedes ir de bajada. En estos momentos me encuentro entre la subida y la bajada, ya que seamos realistas, lo que siento por Junior es apego de abandono.

Mis padres me dieron la espalda, y él es el único ser humano que se preocupa por mí.

—¿Estás cómoda?—me miró con ambas cejas alzadas.

Junior me tendió una clase de futón en el suelo, al igual que me dio unas almohadas. Me embeleso con que veríamos alguna película y que podía quedarme a dormir ahí.

—Está perfecto.

Me compré un boleto a la complejidad de los sentimientos, ahora no había forma de regresar o parar mi carrusel de emociones y posibilidades.

Junior encendió la televisión, rápidamente observé lo que veía previamente a mi llegada. Las carpetas de la pantalla marcaban "NAVIDAD 2016", un título que no tardó en alimentar mi curiosidad.

—Creí que mi familia era la única que hacía ese tipo de videos—comenté, escondiéndome entre el montón de sábanas.

Gracias a ese comentario me gané una mirada perdida de Junior, que por suerte cambió a una sonrisa ladina.

—Supongo que nuestras familias son igual de raras.

Mis labios formaron una sonrisa apretada.

—Supongo que sí—me recargue sobre el soporte de la cama de Junior y luego alce la cara para mirarlo—. ¿Podemos verlos?...

Por un momento pensé que se cerraría, que diría que no y que me echaría de su habitación.

Tuve la suerte de que fue todo lo contrario, apenas dije eso fue como si le hubiera contado que ganó la lotería o algo así.

Se bajó de la cama y se sentó a mi lado, me dio la libertad de controlar la televisión, así que tome tímidamente el control y seleccione la carpeta que quería abrir desde hace un rato.

Antes de dar 'Play' al primer video miré a Junior, como pidiendo aprobación, una vez que asintió le di comenzar.

Mis ojos se dejaron guiar por el color y la alegría de la navidad, aquel Junior del video se mostraba feliz, algo que parecía estar muy lejos de la realidad actual.

Ese vacío que me dejo el reconocer aquello alimentó mi propia tristeza, porque ahora que lo recordaba, hubo tiempos donde mis padres y yo éramos inseparables. Donde yo era la niña que hacía cartas a santa y esperaba que el árbol se llenara de regalos. Donde mis padres me alentaban a ser feliz, cuando no me culpaban de la mala racha que tuvieron.

Que tiempos aquellos.

¿Qué nos sucedió?

Sentí una pequeña lágrima caer por mi mejilla, aquello que tanto anhelaba era tener a mi familia de vuelta.

Una mano fría y suave se acercó a la altura de mi mejilla y limpio los rastros de lágrimas. En otro tiempo hubiera golpeado a aquel que me viera como damisela en apuros, pero ahora solo quiero que alguien me consuele y me diga que todo estará bien.

Aunque no sea verdad.

A ese fenómeno yo le llamó lindas mentiras, porque conoces la realidad y decides vivir en la ignorancia por tu propio bien.

—Lo siento...— susurré, sin poder evitar seguir llorando.

Mis sentimientos se desbordaban tan rápido.

—¿Qué sientes? ¿El ser humana?

Me encogí de hombros.

Sus brazos me atrajeron hasta su altura y me ocultaron en su pecho. Al principio me tensé, nunca en mis tiempos de adolescencia había estado tan cerca de un chico, menos de uno que me tuviera hecha un lío.

—Jamás te disculpes por mostrar tus sentimientos, Buffy...—susurró cerca de mi oído a lo que en seguida cerré mis ojos.

Deje que sus brazos rodearan mi cintura, y yo termine por sentarme en el hueco de sus piernas. En la habitación solo se escuchaban mis débiles respiraciones y las voces de la televisión.

Este era el efecto que Junior causaba en mí, nublaba mis preocupaciones, mis miedos, mi todo.

No sabía si era peor que sentirlo todo a la vez.

Me quede mirándolo atentamente, tratando de entender por qué motivo se preocupaba tanto por mí, nos conocimos en tan poco tiempo.

No fue hasta que me hizo la pregunta, ahí entendí la verdadera razón tras las acciones de Junior Wheeler.

—Si alguna vez llegará a caer, ¿serías capaz de atraparme?—me preguntó, haciendo que mi corazón fuera a mil por minuto.

¿Sería capaz de arriesgar todo por alguien que acabo de conocer?

Esta pregunta va en serio.

No puedo dejar que mis sentimientos y hormonas se interpongan, tengo que contestar con sinceridad.

Así que, Buffy.

¿Lo harías?

¿Serías capaz de atrapar a Junior?

Mis ojos conectaron con los suyos, ambas tonalidades de café que brillaban de forma diferente. Los dos teníamos un mismo objetivo, quizá un sueño, encontrar a alguien que vea por nosotros.

Y terminar la tarea en la que nuestros padres fallaron.

Tenía la respuesta en la punta de la lengua, al menos hasta que sentí sus manos viajar a mis mejillas.

Lo que recuerdo después está borroso, solo sentí sus labios juntarse con suavidad a los míos, como si con el beso me rogara que lo sacara de un oscuro lugar.

La habitación se llenó de chasquidos cortos, era un desespero por encontrar aire de mi parte y al mismo tiempo evitar separarnos.

Este se podría considerar mi primer beso, y aunque era una inexperta me dejaba guiar por el ritmo de Junior.

Mi piel reaccionó rápidamente al contacto de sus manos, iba acariciando mi cintura lentamente, dejándome cada vez más confundida.

Hasta que tome valor y me separe de aquel hechizo, porque eso era.

—No... sé si pueda atraparte—fue lo primero que dije, rompiendo la burbuja del momento.

Si Junior no me hubiera besado este momento no sería tan incómodo.








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