ᝰ Los únicos que saben

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Capítulo 18

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me hace feliz 🦖.

Hoy el cielo está nublado, vaya, que sorpresa.

Al menos Hackensack no esconde sus verdaderos colores, somos un pueblo lleno de miseria, todos fingimos felicidad mientras las cámaras nos apuntan, mas cuando se apagan la mitad de nosotros
sufrimos por cosas inexplicables.

—Maldición—hablé mientras me refugiaba de la lluvia dentro de la central—, ¿por qué de todos los días precisamente hoy tenía que haber un clima de mierda?

Me queje varias veces hasta que por fin logré proteger mi maleta del clima.

Mi ropa probablemente ya esté mojada, solo espero no pescar un resfriado, por esta y muchas otras cosas odio este pueblo, y podré haber nacido aquí, pero siempre consideraré que es un terrible lugar para vivir.

—Te ves espantosa—habló una voz detrás de mí.

Por la impresión y el enojo tarde en reaccionar, más cuando mi cerebro fue aclarándose y mis ojos se embelesaron de la emoción no pude hacer más que relajarme por completo.

—Igual tú, ¿acaso son bolsas de ojeras las que veo bajo tus ojos?—canturreé.

—Es tu culpa, no podía dormir pensando en que vería tu lindo rostro hoy.

Suspire.

—Tú y tus cursilerías—solté por unos segundos la maleta y me le acerqué—. Aunque no lo parezca sí te extrañe.

La sonrisa se me ensanchó sin querer, y era evidente que nosotros no éramos tan afectivos como la pareja común, sin embargo, por culpa del tiempo perdido nos abrazamos.

—Ya veo que sí—Junior recorrió mi espalda con sus brazos y se acurrucó entre el hueco de mi cuello—, no sabes lo bien que se siente tenerte aquí.

Cerré mis ojos ligeramente, parecía casi irreal tenerlo tan cerca de mí, y aunque una parte de mi ser se acostumbró a ver su rostro tras la pantalla de mi celular, sabía que ni la mejor calidad de píxeles podía reemplazar lo bien que se sentía tenerlo frente a frente.

Nos separamos.

—¿Quieres que te ayude con eso?—señaló mi maleta, o bueno, el caldo de ropa y otras cosas.

Negué.

—Quiero que me cuentes lo que me espera con tu nueva familia—lo mire con seriedad, era la segunda vez que Junior me lleva a su casa, la primera vez termino en un trauma, así que era mejor prevenir que lamentar

Junior chasqueó la lengua, sabía lo mucho que le pesaba hablar de su nueva vida, más yo necesitaba saberlo todo para estar cómoda.

—Los padres adoptivos están bien—ocultó sus manos dentro de su chaqueta—, los hermanos son un dolor en el trasero, son tan molestos, extraño ser el único.

Forme una mueca.

—Okay, ¿eso es todo?—entrecerré los ojos.

➜ Lunchbox Friends | Junior WheelerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora