ᝰ Recreo

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—Tienen cinco minutos para ir a hacer sus necesidades, contando desde ¡ya!—habló Flemming con una expresión juguetona en su rostro, sobre una de sus manos llevaba el cronómetro con el que nos calificaba en educación física

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—Tienen cinco minutos para ir a hacer sus necesidades, contando desde ¡ya!—habló Flemming con una expresión juguetona en su rostro, sobre una de sus manos llevaba el cronómetro con el que nos calificaba en educación física.

Que obsesivo.

Como no había nada mejor que hacer me levante a la par que Junior, solo que esta vez me digne a dejarlo salir primero.

No volvimos a hablarnos, comprendí que era mejor mantenerme callada.

Caminando por el pasillo me di cuenta de que la escuela tomaba cierta vibra oscura, me gustaba.

Entré al baño con toda la seguridad del mundo y luego me recargue en los lavabos.

¿Por qué nunca limpian los espejos de este lugar?

Me incline ligeramente hacia este y arremangue mi sudadera, no había nadie cerca como para preocuparse por los moretones que decoraban mis brazos así que estaba bien.

Comencé a fregar el cristal con delicadeza, una vez que termine observé algo por el rabillo del ojo.

Al principio creí que era parte de mi paranoia, más no se sentía así.

Con el corazón latiéndome con mucha fuerza abrí el grifo y empapé mis descoloradas mejillas con agua fría.

Eso tiene que bastar.

Cerré la llave y restregué la sudadera blanca contra mi rostro.

A paso intranquilo me dirigí al salón, para mi sorpresa Junior Wheeler ya estaba ahí, mientras que el profesor de educación física no.

Bueno.

Como estaba cansada de estar sentada hasta la parte de atrás decidí moverme 2 asientos a la izquierda, cerca de la ventana.

Me dediqué a admirar la falta de colores tibios en el cielo y luego aproveché la soledad para sacar mi teléfono y ver un capítulo de los Simpson.

No era que fuera una fanática, simplemente lo veía porque a mi padre le desagradaba.

Me perdí tanto en el capítulo que apenas y me di cuenta de que el señor Flemming seguía sin regresar.

Quizá se hartó de nosotros y huyó.

¿Era eso posible?

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