ᝰ ¿Acaso quiero saber?

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SEASON TWO

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Capítulo 16

I'm backkkk,
¿creían que era el fin?,
aún no han visto nada.

Por cierto,
den like, me esfuerzo
por escribir <3.

No todos los finales son del todo tristes.

Y no todos los desenlaces son del todo felices.

¿Quién soy yo para juzgar?, no es como que haya vivido un evento que cambiara completamente la filosofía de mi existencia. Oh, espera, sí lo hice.

Por esa misma razón estoy atascada aquí, porque a pesar de haber luchado contra las adversidades, algo se averió en mí.

—Buffy, hemos tenido 4 sesiones y apenas hablas desde que me contaste lo que ocurrió en Hackensack, ¿todavía tienes las pesadillas?

Silencio.

—Sé que es difícil entrar a detalles, especialmente con los pacientes que han sufrido lo que tú sufriste—exhaló—, pero sabes que la terapia siempre será tu lugar seguro.

Lugar seguro.

Claro.

Es sencillo decirlo.

Entre más veces lo repite mi cabeza se vuelve chistoso. Pensar que hubo un tiempo en el que creí que superaría todo el trauma que deje en Hackensack, hasta supuse que sería feliz. Era tan ilusa. Claramente, todo cambió cuando llegue a Derry Maine, mi tía me acogió con los brazos abiertos y me dio la mejor calidad de vida, algo que nunca tuve en mi adolescencia.

Por desgracia el trauma no se va, solo se esconde.

Al principio solamente eran pequeños lapsos de paranoia, hasta que las pesadillas comenzaron.

Supuse que mis 16 miserables años de vida y experiencia podrían cargar con ello. Como siempre me equivoque, porque cuando Junior comenzó a ser el antagonista de mis peores sueños todo se fue al carajo.

Hubo gritos, hubo llanto, y todas esas malditas imágenes trastornaron mis recuerdos, ya ni siquiera sabía el porqué me involucré en algo tan macabro.

—¿Realmente quieres conocer los detalles?— miré por la ventana, aquí el cielo no estaba pintado con tristeza, que nostalgia.

—Únicamente si eso te hace sentir mejor.

La miré.

Hablarlo no me hacía sentir mejor, simplemente me hacía sentir miserable, como si no hubiera tenido un control, como si estuviera loca.

Para mi terapeuta todo lo que conté y/o viví era una "forma sana de liberar el estrés postraumático a través de la imaginación". Chucky era mi antagonista, y todo lo que ocurrió solo fueron malas rachas del destino.

Lo único real entre las conversaciones que teníamos era el maltrato psicológico que me dejaron mis padres.

Al menos supieron hacer un buen trabajo con no joderme aún más de lo que ya estaba.

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