Risky - haechan (VERSIÓN ANTIGUA DE BEGIN AGAIN)

CAPÍTULO 22: Como un atardecer en otoño

Cuando llegamos a la puerta de mi casa Haechan detiene la moto y se quita el casco para acomodarse el pelo. Me bajo de la moto y lo imito para después tenderle el casco.

-Muchas gracias por traerme. -Le agradezco sin saber que más decir.

-Creo que empezaré a cobrarte. -Me responde con una sonrisa ladeada.

-No llevo dinero encima. -Aclaro rápidamente. Lo escucho soltar una carcajada y es en este momento en el que me doy cuenta de que estaba bromeando.

-Puedes pagarme de otra forma. -Insinúa sutilmente mientras se baja de la moto y se acerca a mi. -Con un beso en la mejilla podría conformarme. -Se inclina hacia mi, señalando su mejilla con una sonrisa inocente. Su descaro me deja perpleja y su cercanía provoca que mi interior se sienta como una danza de elefantes, ni siquiera son mariposas.

Le piso con fuerza el pie con mi talón y se aleja de mi rápidamente con una expresión de dolor.

-Supongo que también puedo conformarme con esto. -Su respuesta me parece divertida y no puedo evitar soltar una carcajada. Al instante veo a Haechan cambiar su expresión de dolor por una de satisfacción. -Pasaré a recogerte en una hora y media. -Me hace saber mientras se pone el casco. Antes de que pueda negarme o protestar él arranca su moto y desaparece calle abajo.

Me quedo por unos minutos estática en el lugar. Tratando de calmar a mi pobre corazón. Minho va a armar un escándalo cuando me vea llegar con Haechan a la ceremonia, y más después de negarme cuando él me había propuesto lo mismo. Sacudo la cabeza con la intención de deshacerme de estos pensamientos. Así será más fácil terminar con él. 

***

Estoy nerviosa, histérica. Nerviosamente histérica. Trato de convencerme que es por el discurso pero es obvio que no. La razón de mi inquietud es un chico que últimamente se cuela en mis pensamientos más de lo que me gustaría. ¿Cómo reaccionaría Jisoo si supiera como me siento respecto a su hermano? Nada bien, eso seguro. Solo hay que ver lo mucho que le disgusta la idea de que Haechan pase tanto tiempo con Hyemi. ¿Sería diferente conmigo? ¿Debería arriesgar nuestra amistad y comprobarlo? ¿Merece la pena? En el hipotético caso de que admitiera mis sentimientos a ella, ¿de qué serviría? No creo que Haechan sienta lo mismo que antes, no cuando tiene a Hyemi, una chica tan simpática y divertida que no se complica la vida tanto como yo. 

Me miro al espejo no muy convencida con mi aspecto. Llevo un vestido precioso pero siento que no encaja conmigo. Al menos estoy conforme con mi maquillaje. Por primera vez no tengo miedo en usarlo en abundancia. Pinto mis ojos con sombras oscuras y algo de brillo, los delineo y me centro en hacer que mi piel se vea uniforme y luminosa. Por último suelto mi cabello laceo, pinto mis labios de un color sutil y me pongo ese perfume que tanto me gusta. Supongo que esto servirá para fingir que en mi interior todo está bien, aunque nada está bien en absoluto. 

Cuando me asomo a la ventana y veo a Haechan en la calle esperando a que baje, tengo que mentalizarme de que todo saldrá bien, de que no debo preocuparme por otra cosa que no sea el discurso que tengo que dar. Meto todo lo necesario en el pequeño bolso que he preparado y bajo rápidamente las escaleras para salir de casa. Cuanto menos piense las cosas, mejor. Repito esa misma frase una y otra vez en mi cabeza, pero de nada sirve cuando abro la puerta de la entrada y me encuentro a Haechan. 

Está atardeciendo y los colores rosados del cielo hacen que sus ojos se vean mas brillantes. La ligera brisa otoñal acaricia sus cabellos que parecen tan sedosos aún desde la distancia... Que ganas de tocarlos. Su piel bronceada resalta sobre la camisa blanca y esos pantalones negros de vestir le quedan genial en sus largas piernas. Lleva la chaqueta del traje en su mano, algo que me parece lógico teniendo en cuenta que hoy el clima es algo cálido. Simplemente, no me siento digna de la imagen que tengo frente a mi.