Risky - haechan (VERSIÓN ANTIGUA DE BEGIN AGAIN)

CAPÍTULO 11: Decepción

Ayer el día estuvo de los más raro, Jisoo no apareció por el Instituto, mi madre se encontraba mal por la partida de mi padre la noche anterior y Minho estuvo realmente pegajoso conmigo en las clases, parecía que no le importaba que la gente pudiese vernos, eso me hizo sentir incómoda pero tremendamente feliz.

Las chicas decían que solo conseguiría bajar el caché de Minho, y pensaba que él podría avergonzarse de mi, pero demostró que no era así.

Hoy viernes por la mañana, al levantarme me doy cuenta de que mamá no está preparando el desayuno como suele hacer. Extrañada me dirijo a su habitación para comprobar como está y la encuentro en la cama, hecha un ovillo. Ayer estuvo todo el día triste y cabizbaja. Me siento muy mal por ella, no quiero verla así. Pero no sé que hacer para poder ayudarla a sentirse mejor.

Que siga  tumbada en la cama es demasiado extraño pues ella acostumbra a levantarse a las seis de la mañana siempre, como un reloj.

Me acerco a la cama y me siento en esta para ver si está dormida pero sus ojos se encuentran abiertos.

-¿Mamá estás bien? -Pregunto con algo de temor por molestarla, puede que se sienta mal y esté enferma.

-Si, estoy bien. ¿Qué hora es? -Su tono de voz es cansado y puedo percibir por sus ojeras que no ha dormido en toda la noche.

-Son las siete y media. -Respondo despues de verificarlo en mi teléfono.

-Ay hija, se me ha hecho tarde para preparar el desayuno. -Dice apenada mientras trata de levantarse de la cama. La detengo de inmediato temiendo que se encuentre mal.

-Yo haré el desayuno, en unos minutos te lo traigo. -Le hago saber mientras salgo a toda prisa de la habitación sin darle tiempo a rechistar.

No soy una buena cocinera, incluso se me quema el agua en la olla pero voy a intentarlo, no puede ser muy difícil hacer un café y unas tostadas.

Enciendo la tostadora y meto dos rebanadas de pan, introduzco una cápsula de café en la cafetera y en cuestión de minutos tengo listo el desayuno para mi madre. Tampoco es tan difícil.

Orgullosa con el resultado se lo llevo a la cama y ella me agradece con un beso. Mi teléfono suena advirtiéndome de que tengo un nuevo mensaje y al abrirlo veo que es de Minho. Ya está esoerandome afuera y ni siquiera he desayunado.

Me despido de mi madre, cojo una manzana  y salgo de casa para encontrarme con un guapo Minho esperandome apoyado en su coche. Va vestido con unos vaqueros claros, una camisa blanca básica, la chaqueta del equipo y unas deportivas. Su cabello perfectamente peinado lo hacen ver como un chico con clase y hoy lo encuentro especialmente atractivo.

-Buenos días. -Me saluda con una amplia sonrisa.

-Buenos días. -Le devuelvo el saludo feliz. -Estas muy guapo, ¿te has hecho algo en el pelo verdad? -Pregunto mientras los dos subimos al coche.

-Eres muy observadora. -Me responde mientras arranca el coche. -Ayer me hice un corte nuevo. -Asiento y vuelvo a observarlo, la verdad es que le queda muy bien.

-Te sienta bien. -Le hago saber, él ríe y conduce hacia la escuela.

Una vez allí  como es de costumbre la gente habla en voz baja sobre nosotros, y sé que hablan sobre nosotros porque no son nada discretos.

-¿Has visto como va vestida ella? Parece un mendigo. -Escucho a una chica decir. Bajo mi mirada para observar mi atuendo.

Al mirarme al espejo esta mañana no me parecía una mala opción pero ahora bajo los ojos críticos de los demás si me lo parece.