CAP. 13. Miedo

1.8K 258 35
                                    

Gulf•°

Me duele la cabeza.

Abro los ojos lentamente, veo a mi alrededor y me doy cuenta de que estoy en el nido que hice la pasada noche, enrollado entre las sábanas, con la ropa puesta, pero no hay nadie en casa. O eso parece. Me siento sobre los sillones, bajo lentamente pero al llegar al suelo, mis pies se congelan al estar sin calcetas y hago una mueca.

¿Y Kamel?

¿Mew?

Abrí los ojos, vagos recuerdos o sueños me alcanzan y corro descalzo por toda la sala, abrí la habitación de Kamel. Pero no había nadie. Me fui a mi habitación, pero tampoco había nadie, corrí a la habitación de Zee, y suspiré. Porque ahí estaban los dos, relajadamente dormidos, mi cachorro estaba en el pecho de su papá y él le abrazaba tiernamente.

Sonreí.

Me acerqué lentamente, me acosté discretamente y abracé a mi cachorro, quedándome ahí un rato, oliendo lo bonito que mi pequeño huele. Porque aún huele a bebé cachorro.

-- ¿Gulf...? -- se remueve Zee y le veo un poco -- ¿Cómo.. cómo estás?

Dice entre dormido y despierto.

-- Bien... -- sonreí -- no encontré las pastillas...

Hace una mueca.

-- Lo siento... ¿Cómo te fue?

-- Igual.. -- negué -- Duró un día nada más...

-- No te preocupes -- sonrió -- es normal.

-- Creo que no. Además, no te enojes pero... Creo que Mew vino a casa.. no me acuerdo muy bien... Siento que huelo a él.. ¿Hueles?

Me miró sin decir nada, bajó la vista, luego me volteo a ver y medio sonrió.

-- Todo está bien. Quizás hueles a él aún por lo de antier.

-- ¿Tú crees?

-- Si..

Sonreí, pero podía recordar claramente sus besos. A lo mejor fue un sueño muy bonito.

-- Zee.. -- le miré -- ¿No fuiste al trabajo?

-- Hoy es domingo.. -- sonreí.

-- Ah..

-- Ven aquí...

Me sentí tonto y reímos un poco, el tiempo se me fue tan de las manos que no recordaba que era su día de descanso. Pero me removi en la cama, abracé más a Kamel, Zee me abrazó y de pronto los ojos me pesaban. Me quedé dormido lentamente. Deseando que en verdad Mew haya sido real, aunque en si, no recuerdo demasiado de ese sueño.

Pero no importa, se que solo es soñable tenerlo aquí.

∞∞∞

Han pasado un par de días desde mi celo y aún me siento raro, no le e querido decir a Zee porque últimamente ha estado muy distraído, no quiere decirme. No entiendo que pasa pero se que es algo grave para que se comporte de esa manera.

Así que sigo cortando el apio pero en el suelo frente a mí, cuido de Kamel que juega con unos cubos de colores. Son las doce del día y solo hago de comer porque mi cachorro tiene que alimentarse, de no ser así estuviera en la cama. No tengo ganas de nada. Pero se que es pasajero, siempre me siento así unos días cuando mi celo pasa.

-- ¡Papi! -- grita Kamel y volteo inmediatamente -- ¡¿Jugal?!

Sonrío.

-- Espera..

«No Podrás»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora