CAP. 15. Sentencia.

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Gulf•°

Con todo el pesar del mundo, voy en el auto de Mew, Saint va adelante junto a él, y tuve que dejar a Zee tras esas rejas frías y duras. Afortunadamente con algo de comida que me dejaron darle, y a la vez con la promesa de que todo iba a estar bien.

No entiendo nada.

Me duele la cabeza y es en literal, me cuesta aceptar que él Alfa que maneja haya querido hundir a mi hermano pero ahora esté ayudándole. Ayudándome. No e dicho absolutamente nada pero me cuesta entender.

....

-- Solo cierra la boca Zee. -- dijo Mew cuando Zee se burló al decir que lo mandarían a la silla eléctrica -- todavía que voy a ayudarte te haces el digno.

-- ¡Vete a la mierda! -- le gruñó -- ¡Tú me metiste en esto! ¡¿Qué mierdas haces aquí?! ¡¿Ah?! ¡Largarte!

-- Voy a sacarte aunque no quieras. -- le afirmó -- solo cierra el pico.

-- Cállame. -- Mew le gruñó -- ¡¿A quién le gruñes idiota?!

-- ¡¿A quién le dices idiota?! -- se acercó

-- ¡Ya! -- se molestó Saint -- Mew va a sacarte de aquí Zee. Callense los dos.

....

Suspiro al recordar. Porque después de eso Mew se puso un poco posesivo con Saint, pidiéndole que se sentará junto a él, y cuando los pillaba mirándose simplemente tomaba la barbilla de Saint y le retaba con la mirada.

Me duele la cabeza.
¿En qué momento todo cambió?

Hace unos días no podían vernos ni siquiera de lejos. No entiendo que cambió. Aunque ahora todos estamos en silencio, avanzamos por las calles para poder llegar a casa, porque eso es lo que quiero, ir por Kamel, dormir hasta mañana muy temprano y espero por la madre luna que todo salga bien, que Zee pueda salir y podamos volver a casa. En verdad no sé que haría sin mi hermano, ¿Qué le diría a Kamel?, Él es muy apegado a él. No hay forma de que no vuelva conmigo.

Y eso que apenas son las 11:35pm, no sé que va pasar el día de mañana.

-- Gracias... -- bajo del auto a toda prisa cuando llegamos y corro hasta la Omega que está en la puerta de su casa, nos mira al acercarnos. -- ¿Y Kamel?

-- Durmiendo no te preocupes...

-- ¿Cómo está? ¿Ha llorado? -- dije desesperado

-- Un poco si...

Suspiré.
Saint colocó una mano en mi hombro, le miré de reojo y a la vez me removi.

-- Tal vez deberías quedarte.. -- me dijo preocupado

Abrí los ojos.

-- No creo que sea buena idea.. -- dije incómodo

-- Saint tiene razón hijo... No creo que sea buena idea que te lleves a Kamel, se durmió apenas hace un poco y además te hará bien la compañía para que no estés solo...

-- Yo.. no.. -- me negaba

-- Anda. -- Saint me empujó -- vamos por tus cosas y te quedas en el sillón si te sientes incómodo, yo me quedaré a dormir aqui también. Vamonos.

Me jaló hacia la calle, literalmente él me llevaba casi a rastras hasta casa y no me quedó más que seguirlo ante la mirada de Mew y su mamá.

Todo era tan raro.

Que cuando estaba tomando un poco de ropa mía y de Kamel, al salir a la sala Saint estaba mirando las fotografías puestas en los marcos, me le acerqué lento, él me volteó a ver y sonrió.

«No Podrás»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora