CAP. 9. Apestoso.

1.8K 260 23
                                    

Zee•°

Sentado en la sala, y con Gulf cargando a Kamel le veo molesto. Porque claro que lo estoy, ese niño se ha metido en problemas y no voy a dejar que siga haciendo eso aunque tenga la excusa de que está pequeño. Sabe perfectamente que no debe salir solo y mucho menos con extraños.

Así que le veo, Gulf me ve un poco incómodo pero aún así me pongo de pie, acercandome a ellos, ese pequeño corredor me mira y abraza más a su papá.

Pero es que no puede jamás volver a pasar, ¿Qué si él idiota de Mew no llega a tiempo?, ¿Acaso aquel tipo era de fiar? ¿En verdad quería ayudar a Kamel?. No voy a arriesgarme. Y menos a ninguno de los dos. Cuando Gulf me llamó llorando y desesperado por mi pequeño, no dudé en salir corriendo para ir a buscarlo. Ni siquiera sé si aún conservo mi empleo.

-- Zee... -- niega Gulf -- está asustado...

Pero le ignoré, solo me acerqué a ese niño que me hace un puchero y suspiré.

-- Que sea la última vez que sales solo, no es juego Kamel, ¿Cómo se te ocurre irte con alguien? ¿Eh? ¿Sabes que pudimos jamás volver a verte?, Te hemos dicho que eso está mal. ¡No quiero que vuelvas a salir si nadie te cuida! ¡¿Escuchas?! ¡Que sea la última vez o vas a tener problemas!

-- ¡Zee!

-- ¡No! ¡Y no digas nada Gulf!, ¡¿Dónde estabas que no te diste cuenta?! ¡Lo único que haces es cuidarlo! ¡¿Dónde mierdas estabas?!

Dije ahora molesto, gruñendo un poco y con mis instintos a flote. Pero es que no solo era eso, porque además de que me pasó por la mente que jamás iba volver a ver a Kamel, iba a volver a fallar como Alfa. Cómo hermano, y ahora como padre.

No lo iba a permitir.

No de nuevo...

-- Papi Zee está enojado... -- sollozaba él cachorro

Abrazaba a Gulf con más fuerza pero a la vez ese Omega me miraba con los ojos rojos, algo hinchados por haber llorado hace un rato.

-- Solo, solo fue un descuido Zee, fui al baño y cuando salí ya no estaba. -- negó -- ¡Tampoco tienes porqué hablarme así y menos frente a Kamel! ¡Tú dejaste la puerta abierta!

-- ¡¿Yo?! -- abrí los ojos

-- ¡Si! ¡Tú!

Sonreí irónico.

-- ¿Qué puerta estaba abierta?

-- La de la cocina.

Le miré confundido, me senté en la mesa decorativa de la sala y nos miramos a los ojos.

-- Yo salí por la puerta de enfrente...

Hubo un silencio sepulcral, me levanté a toda prisa y caminé hasta la cocina, yendo rápidamente hasta esa puerta que tal parecía no tener señales de haber sido abierta a la fuerza. Me incliné, observando a detalle esa manija pero no había nada.

-- ¿La dejamos abierta anoche? -- se me acerca Gulf

-- Kamel no alcanza la perilla para girarla.

Lo volteé a ver, él me miró un poco asustado y me puse de pie, acercandome a él, le abracé y él se aferró a mi como cuando éramos pequeños y veíamos películas de terror. Solo que ahora la ficción nos alcanzó.

-- ¿Crees que alguien entró? -- me miró.

Pensé. Y mucho.

-- No sé -- negué -- ¿Mew andaba por aquí?

-- ¿Mew..? -- me miró dudoso -- Él... Él me ayudó...

-- Hum... Él no quiere vernos ni de broma... ¿Fue a ayudarte así como así? ¿De dónde salió?

«No Podrás»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora