Llamada.

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Natasha se dejó caer sobre su cama, su día había sido muy aburrido hoy. Su lindo novio no pudo presentarse a clases por que tubo que cuidar a su madre, la cuál estaba algo enferma, cabe mencionar que cada 5 minutos recibía mensajes bastantes cariñosos y unos cuantos algo subidos de tono, pero eso la hacía sonrojarse y sonreír, Anthony era su todo.

Se fue a su baño para tomar una ducha y ponerse una camisa que había dejado Stark en su habitación unos días atrás, aún mantenía el olor del castaño. Cepilló su cabello para luego irse a recostar, apagó la pequeña lampara que alumbraba cálidamente su recámara y se dispuso a dormir.

Estaba por quedarse dormida cuándo una llamada entrante la hizo saltar, tomó su teléfono y sonrió, era Anthony. Deslizó su dedo sobre la pantalla y acercó el móvil a su oído derecho.

— ¿No crees que es algo tarde? — Dijo la pelirroja mientras escuchaba la risa del castaño a través del móvil.

— ¿Quieres que te llame mañana?

— Para nada, te extraño demasiado. — La pelirroja mordió su labio con pena.

— Oh, cariño, yo te extraño mucho más. Mi padre acaba de llegar del trabajo, y afortunadamente mi madre ya está algo mejor, y pues ya sabes, papá cuidará de ella por la noche.

— Me alegra mucho oír eso, cariño, mereces descansar.

— Sí, bueno.. tal vez quiera hacer otras cosas. — Soltó el castaño con picardía.

Natasha sonrió y se hizo la desentendida.

— ¿Jugamos roblox? — No pudo evitar reír al escuchar la carcajada del genio.

— Romanoff, no sabes lo mucho que deseo tenerte debajo de mi cuerpo. — Mencionó en un susurro que estremeció a Nat.

La pelirroja apretó las piernas.

— Tony, no. No puedo, mis padres podrían escuchar, además tienes que dormir, mañana es sábado, podemos hacerlo las veces que quieras.

— Lo haremos todo el día, dime que sí.

— No podría negarme a esa oferta, señor Stark. — Dijo Natasha son coquetería.

— Vuelve a decirme "Señor Stark" y juro que ahora mismo voy a tu casa para hacerte mía, Romanoff.

Todo se quedó en silencio.

— No puedes, sabes que gimo mucho, nos escucharían.

— Siempre puedo taparte la boca, después de todo eso te excita, ¿no? así cómo también amas que te haga llorar de placer, estás advertida.

—......

— ¿Nat? ¿sigues ahí?

— Sí, Señor Stark.

Anthony sonrió para si mismo.

— Voy para allá, prepara tu trasero, querida.

La llamada se cortó y Natasha sonrió, su novio era todo un caso.

One Shots IronWidow.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora