Excusa.

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Natasha se removió nerviosa sobre la gran cama de la habitación.

Había poca luz y la paredes eran cubridas con un color rojo y negro al igual que la sábanas sobre las que se encontraba ahora.

Su corazón latía desenfrenado mientras esperaba a Anthony Stark, para entregarse por completo a él.

Se preguntarán, ¿cómo llegó Natasha hasta éste momento? Hagamos un breve resumen.

Anthony Stark no sólo era el dueño de Stark Industries, si no también de una larga lista de casinos y bancos, sin mencionar su doble vida como vendedor de armas en el mercado negro, lo cual lo posicionaba como el hombre más poderoso y peligroso del mundo, sin decir que posee una gran inteligencia.

Y aún con todo eso no había conseguido que el mejor amigo de su familia le permitiera cortejar a su hija, Natasha Romanoff; y no sólo por que consideraban a Stark un mujeriego, si no por el alto peligro al que estaría expuesta, aunque pocos sabían que desde que Anthony conoció a Romanoff no había estado con ninguna otra mujer, y era por que la pelirroja no salía de sus pensamientos.

Pero las deudas de Nick Fury fueron subiendo por su obsesión al casino, y fue como Stark le perdonó todo sin pedir nada a cambio, lo hacía por su chica.

Y volvemos a el momento en que Natasha se mantiene sobre la cama mientras espera a un hombre que no se imagina que está ahí.

La lencería roja sobre su cuerpoy debajo de su vata negra, la hacía sentir más hermosa que nunca, Natasha había quedado enamorada de el castaño desde que lo vio, desde que éste le coqueteo de manera lasciva, pero quedó totalmente flechada cuando el castaño le dijo que estaría dispuesto a cambiar por ella.

Stark tenía unas inmensas ganas de hacer suya a Romanoff, pero no quería sólo eso, la quería para formar una familia; su familia.

La pelirroja tragó saliva cuando escuchó la puerta abrirse dejando ver a Stark con esos trajes que tanto enloquecian a Natasha.

─ Nat, tú.. ¿que haces aquí tan tarde, nena? ─ Preguntó mientras se acercaba a la pelirroja y se ponía de rodillas frente a ella.

─ Vine a agradecerte que perdonaras las deudas de mi padre, Tony. ─ Mencionó mientras se ponía de pie frente al castaño, quien la miraba confundido.

Natasha desató su vata y la dejó caer al suelo para quedar en lencería frente al castaño.

Stark abrió su boca sin siquiera poder mencionar una palabra, había visto muchos cuerpos pero el de la pelirroja era.. perfecto, maravilloso y el más sexy que hubiese podido imaginar.

Pero Tony negó y se puso de pie para ver a la pelirroja.

─ Yo no perdoné a tu padre para que hicieras esto, lo hice por que te amo, carajo Natasha, ¡te amo! ─ Soltó antes de darse media vuelta y tallar su rostro con ambas manos.

─ Es sólo una excusa, Anthony. No estoy aquí por mi padre, estoy aquí para estar contigo por que también te amo y dios, no sabes la ganas que tengo de entregarme por completo a ti. ─ Se aproximó al castaño y lo tomó de las mejillas para obligarlo a verla.

Se quedaron en silencio unos minutos, viéndose el uno al otro mientras sus frentes estaban unidas.

Las manos de Stark se dirigieron a la cintura de la pelirroja para acariciarla, luego bajó a las caderas sintiendo la deliciosa suavidad de la piel blanca, por último paró en su trasero, ese que moría por besar y morder, lo amasó con fuerza disfrutando de el exquisito gemido que salió de los labios ajenos.

Natasha guió sus manos hasta los brazos de Anthony para sujetarse, su respiración empezaba a agitarse y con eso la temperatura en ambos cuerpos aumentaba.

One Shots IronWidow.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora