Ajena

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"No desearás a la mujer ajena"

Esa frase hacía eco en la cabeza de Stark, que estaba completamente enamorado de la novia de su mejor amigo Bruce Banner, y es que era inevitable. Natasha Romanoff era lo que él siempre soñó.

No pudo evitar suspirar cuándo se presentaron, cuando sus miradas se cruzaron por primera vez, cuándo sus manos se rosaron por primera vez. Él sabía perfectamente que Natasha sentía lo mismo, veía el deseo en sus hermosos ojos verdes, la veía lamerse los labios cada que él la veía de esa manera tan intensa.

Y de esas miradas empezaron los coqueteos involuntarios cuándo estaban solos, los roses de manos, hasta que simplemente no pudieron resistirse más.

Natasha sabía que estaba mal, por Dios, se acostaba con el mejor amigo de su novio, pero es que Stark era demasiado encantador, Anthony le declaró su amor desde la primera vez que estuvieron juntos, pero ella guardo silencio. De la primera vez vinieron más, muchas más veces.

— Dios, Anthony.. — Natasha se aferró a los hombros del mayor nuevamente mientras él se introducía con fuerza en ella.

Stark alcanzó los senos de la pelirroja para luego correrse al sentir el orgasmo de Natasha en su pelvis.

Natasha sonrió satisfecha una vez más en la noche, Anthony no dijo nada, se puso de pie y se empezó a vestir.

— ¿Te vas ya? — Preguntó la pelirroja.

Anthony se puso el bóxer y la miró seriamente.

— No creo que deberíamos seguir con esto. — Mencionó desviando la mirada.

Natasha soltó una carcajada sarcástica y se levantó completamente desnuda para ponerse frente a Tony.

— Te recuerdo que tú iniciaste esto, así que no digas que ahora te preocupa Bruce. — Natasha se dió media vuelta y tomó la camisa que Tony estaba por ponerse para colocarla sobre su desnudez.

— No es por Bruce, es por mí. — Sí, egoísta.

— ¿Qué? ¿ya no te gusto? — Nat se acercó para rodear con sus brazos el cuello de Anthony.

El castaño suspiró y tragó saliva.

— Nat, sabes perfectamente que estoy enamorado de tí, y tú sólo estás conmigo por diversión por que amas a Bruce, escucha, esto me duele, así que creo que es mejor dejarlo hasta..— Sus palabras fueron interrumpidas por los labios de la pelirroja.

La tomó de la nuca para profundizar el beso, no quería dejarla ir. Se separaron por falta de aire y la pelirroja negó suavemente con una sonrisa en su rostro.

— Dejaré a Bruce, pero tienes que prometerme que nos iremos lejos tú y yo. — Nat sintió cómo Stark asentía mientras besaba sus mejillas.

La pelirroja pataleó con ternura cuándo el castaño la cargó para darle vueltas en el aire.

Estaban enamorados, viviendo algo prohibido pero hermoso, y pronto serían libres para amarse libremente.

One Shots IronWidow.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora