One Shots IronWidow.

Stripper

Anthony veía aburrido a todas las mujeres que trataban de ligarlo, no es que juzgara su profesión; simplemente no se sentía atraído por ninguna, y no era raro, ya que al convertirse en un héroe sus intereses por fiestas y mujeres habían quedado atrás.

— No puedo creer que estemos aquí. — Dijo Tony, llamando la atención de su amigo, quien lo había arrastrado a cierto lugar.

— No seas aguafiestas, Stark. — Le respondió Rhodes mientras coqueteaba con una rubia.

Su mejor amigos; James Rhodes le había convencido de ir a un lugar de striptease, strippers mujeres iban y venían. El moreno le había dicho que el ser héroes era cansado y era lo que Tony necesitaba para dejar de estar tan amargado.

Tony rodó los ojos con fastidio y miró la hora en su reloj, eran casi las 10 de la noche, terminaría su trago y se iría de ahí. Llevó su vaso de whisky a sus labios y dió un sorbo.

— ¡Damas y caballeros! — Una voz masculina en el escenario lo hizo guiar la mirada hacia tal persona. — Llegó el momento esperado por todos, nuestra hermosa estrella está de vuelta para satisfacer sus ojos, un aplauso a la peligrosa y letal Viuda Negra.

Todo el lugar estalló en aplausos, haciendo que la curiosidad de Tony se elevara por los cielos.

— Tony. — La voz de su amigo lo hizo verlo. — Me iré con esta hermosa, ¿te quedas?

Stark estaba a punto de decir que se iría a casa cuándo vió con atención cómo todas las luces se apagaban para enfocar una sola en una pelirroja con traje de sirvienta sobre el escenario, se quedó en shock admirando cada paso y movimiento de la mujer.

Ni siquiera se dió cuenta de cuándo su amigo se burló de él y lo dejó ahí solo.

Los ojos curiosos de Stark seguían las curvas de la pelirroja, ahora entendía la emoción de todos, quienes no dejaban de aplaudir y chiflarle a la mujer, así cómo también halagarla mientras le lanzaban rosas e incluso fajos de dinero, los cuáles la mujer ignoraba totalmente.

En un momento la mujer se recargó sobre el tubo para deslizarse lentamente por él, su mirada encontró la de Stark y le sonrió coqueta mientras bajaba moviendo sus caderas con sensualidad.

Con delicadeza la mujer bajó de el escenario para continuar con su show debajo, lanzando algunos guiños, no solía acercarse mucho a los hombres pues algunos trataba de propasarse y eso era algo no permitido a menos que ella también quisiera.

Cómo una felina acechando a su presa se acercó a Stark, quién estaba sentado en un lugar más privado, en un sofá rojo de cuero, se acercó y lo tomó de la corbata para acercarlo lo suficiente a su rostro y sonreír coqueta, lo tentó con la intención de besarlo, Tony simplemente se dejaba ser, cuándo la mano de la pelirroja lo lanzó nuevamente hasta el respaldo del sofá, descubriendo que él mismo se había acercado con la intención de besarla.

La pelirroja volvió al escenario y las luces se apagaron, dejando claro que el show había terminado, absolutamente todos se pusieron de pie para aplaudirle, inclusive el gran Anthony Stark.

El genio fue directamente a la barra, alegando que quería un privado con la Viuda Negra, el cuál le fue negado.

— Lo lamento, señor Stark, pero la señorita no acepta privados con nadie. — Le dijo un hombre que parecía ser el dueño del lugar.

Anthony estaba a punto de cuestionar el por qué cuándo la pelirroja que le había robado el aliento momentos antes se acercó tocando el hombro del hombre frente a él.

— No se preocupe, señor. — Miró coqueta a Tony. — Lo que sea por mi héroe favorito. — Le dijo mientras le extendía la mano con la intención de que la siguiera.