25.- Milagro

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El cielo nocturno se iluminaba con relámpagos que presagiaban una tormenta

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El cielo nocturno se iluminaba con relámpagos que presagiaban una tormenta... y así como el estruendo de un rayo, una voz interrumpió la ceremonia religiosa en la que Cristian De Aragón profesaría para convertirse en fraile.

Un grito resonó en todo el templo: ¡CRISTIAAAAAAAAAAAAANNNNNNNNNNNNNNNNN!

De pie frente al altar y a punto de recibir el anillo que lo consagraría para siempre al servicio de la Iglesia, el doncel giró su cabeza para ver hacia atrás encontrándose con que en la puerta del templo, Francisco, resoplando, lo miraba fijamente.

Fray Lorenzo y el resto de frailes también observaron sorprendidos al apuesto varón ojiazul, quien con voz alta y grave dijo: Cristian, tú no puedes profesar... no puedes ser religioso porque ¡TÚ ERES MI DONCEL!

La máxima autoridad de la comunidad preguntó: hijo ¿quién eres? y ¿por qué interrumpes esta ceremonia?

El varón contestó con firmeza: me llamo Francisco Valencia y estoy aquí porque vine por lo que me pertenece...

Apuntando con su dedo a Cristian, el ojiazul vociferó: ¡ESE DONCEL ES MÍO!

Los frailes presentes en la ceremonia comenzaron a murmurar al tiempo que Cristian agachó la cabeza sintiendo que su rostro se teñía de rojo.

Fray Lorenzo tomó nuevamente la palabra: hijo estás cometiendo un sacrilegio al irrumpir de esta manera en el templo... el Hermano Cristian está aquí por su propia voluntad y porque ha decidido entregar su vida a Dios...

Francisco interrumpió con altanería: eso no lo puedo permitir... él no se puede entregar a Dios, Cristian es mi esposo y no me voy a ir de aquí sin él...

Dirigiéndose al apenado doncel, el varón ordenó: Cristian, ven conmigo... tú y yo tenemos que hablar...

Haciendo un esfuerzo para que las palabras salieran de su boca, el pelinegro respondió: tú y yo no tenemos nada qué decirnos... yo no voy contigo a ningún lado y deja de decir que soy tu esposo, porque eso no es cierto... tu doncel ahora es Ricardo...

Francisco aseveró: Ricardo es solo un nombre en un papel... en la práctica, mi doncel eres tú y eso es lo que importa... Cristian, no hagas más difícil esto y ven conmigo...

Con seguridad, el doncel contestó: no voy a irme contigo Francisco... mi lugar está aquí, este es mi destino... vete...

Fray Lorenzo intervino dirigiéndose a Francisco: hijo, por favor, no compliques más las cosas... vete, no me obligues a sacarte por la fuerza...

Calvario por tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora