32.- La verdad

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"La verdad los hará libres"(Juan 8:32)

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"La verdad los hará libres"
(Juan 8:32)

Dicen que la verdad nos hace libres, pero a veces decirla puede traer fatales consecuencias...

En Santo Tomás, Romeo Arteaga le había revelado a su padre que desde hace tres meses llevaba una relación de noviazgo con Ricardo De Aragón.

Bernardo se opuso y Romeo decidió marcharse de su casa sin querer escuchar las razones de su padre: nada de lo que me digas va lograr que cambie de opinión... amo a Ricardo, LO AMO Y PUNTO...

B: es que tú no puedes amarlo como un hombre, entiéndelo...

Con los ojos rojos por la rabia, Romeo gritó: ¿POR QUÉ NO?

Sin poder callar más, Bernardo gritó la verdad: ¡PORQUE RICARDO ES TU HERMANO!

Al escuchar esas palabras, el joven dejó de meter ropa en su maleta y miró incrédulo al hombre mayor: no es cierto... me estás mintiendo... estás engañándome para evitar que me vaya de la casa... ¿hasta dónde eres capaz de llegar?

Con lágrimas en los ojos, Bernardo aclaró: qué más quisiera yo que todo fuera una mentira, pero te estoy diciendo la verdad, una verdad de la que yo también me enteré hace muy poco... Ricardo De Aragón es mi hijo, él es el fruto de la noche de pasión que Magdalena y yo tuvimos cuando ya estábamos casados... él es fruto de nuestro pecado...

Sintiendo que las lágrimas comenzaban a traicionarlo, Romeo gritó: ¡NO ES CIERTO! Me estás mintiendo... quieres alejarme de Ricardo, pero no lo vas a lograr...

Acercándose a su hijo, Bernardo agregó: te juro por la memoria de tu madre que te estoy diciendo la verdad... Ricardo es mi hijo y también tu medio hermano, por eso tú no puedes amarlo, no como un hombre a un doncel, tú solo puedes quererlo como un hermano, solo eso puede haber entre ustedes...

Sollozando, el ojiverde se dejó caer en su cama: no, no... eso no puede ser... Ricardo no puede ser mi hermano, porque yo lo amo... lo amo como a una pareja, no como a un hermano...

Conmovido por el llanto de su hijo, el mayor habló: no puedo imaginar cuánto te duele esto, pero entiende que entre tú y él no puede haber nada más... por eso te pregunté si habían tenido relaciones íntimas, porque de haberlo hecho habrían cometido incesto, sería una aberración...

Sin dejar de llorar, el joven afirmó: no, entre él y yo no pasó nada más que besos y caricias, pero yo lo deseo papá, le deseo con todas las fuerzas de mi alma y ahora que sé que es mi hermano, qué voy hacer... ¿qué voy hacer con este amor? ¿cómo me lo voy arrancar del corazón?

Calvario por tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora