"Unidos"
Raina Karsten.
El pelo rojizo de Adara se cruza en mi camino cuando estoy por salir del cuarto de las bailarinas. Muestra sus dientes en una inmensa sonrisa, sus ojos brillan y puedo sentir su energía y emoción traspasar los poros de su piel.
Evito la mueca de desagrado, arqueando una ceja.
— Hagamos algo. — Suelta con rapidez sin poder contener más las palabras.
— ¿Qué?
— Pues eso tía, hagamos algo. — Alza sus manos y comienza a enumerar planes. — Podemos ir a tomar un café, de fiesta, ir a patinar o a acampar a algún bosque en mitad de la noche. — Frunce su cara formando una mueca pensativa antes de abrir de nuevo los ojos con velocidad. — No, no, ya sé ir de compras. Me vendría genial ir contigo, así me asesoras un vestido para una boda que tengo en unas semanas.
— Aún no hemos acabado nuestro turno. — Respondo evadiendo todas sus propuestas.
La amistad conmigo no congenia, pero todos últimamente parecen querer ser amigos míos. Tal vez mi cara de indiferencia y odio, esté siendo mal interpretada por todos. Maldita sea, no quiero tener amigos, ni siquiera algo cercano a ello, pues confiar en la gente es un voto de vulnerabilidad que le das para que jueguen contigo.
Prefiero morir antes que ser traicionada y engañada.
— Ya tonta, ahora mismo no. — Ríe. — Pero tal vez mañana por la tarde, o si no puedes, tal vez él...
— Mira Adara, la verdad eras de las pocas personas que consigue agradarme, y por ello te digo que es mejor mantener la relación estrictamente profesional, no quiero saber nada tuyo que no tenga que ver con alguna coreografía.
Su sonrisa, su entusiasmo poco a poco va decayendo hasta dejar simplemente una mueca triste. Sus labios formando una línea recta y la mirada nerviosa evitando hacer ahora contacto conmigo. Rasca su brazo y carraspea antes de volver a hablar.
— Perdón no quería incomodarte, la verdad pensaba que podríamos llevarnos bien y conocernos fuera de estas cuatro paredes. — Agita su cabeza y vuelve a mostrar una sonrisa, esta vez una más corta y tensa. — Espero que podamos seguir llevándonos igual.
Su cuerpo desaparece con la misma velocidad con la que me interceptó, y parpadeo confusa. Antes las emociones ajenas me daban igual, no me molestaba verlos enfadados, tristes o emocionados por mi presencia y palabras, sin embargo, antes de salir del cuarto, me giro.
La irlandesa recoge su ropa introduciendola en una mochila, para luego sacar su móvil, sentarse en una silla y ponerse a usarlo. No pienso mucho, incluso cuando sé que esto no es propio de mí, simplemente camino hacia ella y le quito el móvil.
Me mira con sorpresa, marco mi número en la opción de llamada y después de varios segundos, cuelgo asegurándome que el número entre en mi bandeja de llamadas para más tarde agregarla. Le devuelvo el móvil y me observa atenta esperando una explicación.
— Ya te enviaré un mensaje para ver qué plan de todos los que me has dicho hacemos.
Doy media vuelta viendo por última vez como la sonrisa que minutos atrás había extirpado ahora había vuelto a aparecer. Camino con rapidez sabiendo que tengo millones de cosas que hacer y encabezando la lista, se encuentra Enrico.
— ¡No te arrepentirás! — Exclama emocionada Adara.
— Eso espero. — Susurro para mi antes de salir por fin del cuarto de bailarinas.
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Mafia Alemana | Herederos 1 ©
Roman d'amour** Libro 1 perteneciente de la saga "Herederos". ** Todo principio tiene fin y conocerse fue el inicio del suyo. Una chica caótica, explosiva. Un chico rebelde, incontrolable. Sus caminos están tan cerca y a la vez tan lejos. Un largo camino lleno d...