Mafia Alemana | Herederos 1 ©

Capítulo 22

"Las islas exóticas"

Raina Karsten.

Arrastro mis maletas por la gran explanada. Ray y Garin esperan junto con las escaleras que te llevan al interior del avión, mientras Cassian camina a mi lado.

No quería montarme en este avión. Mi objetivo era terminar la reunión con los herederos y tomar un avión público, pero Cassian ha destrozado todo mi plan. Después de obligarme a abandonar mi coche en aquel pueblo tan turístico, me arrastró hacia mi casa y allí hemos estado hasta hace unas horas que salimos para tomar el avión hacia las islas exóticas.

La distancia entre los otros dos miembros con los que viajamos, se acorta y rápidamente el hablador de Ray me aborda.

— ¡Qué alegría verte! Así me gusta, que te lo hayas pensado mejor y decidas venir con nosotros. — Toma una de mis maletas. — El viaje sin ti no sería lo mismo.

Me acompaña a dejar las maletas en la parte trasera del avión. Pierdo de vista a Cassian y Garin. La voz de Ray inunda todo a su paso, contándome cada una de las cosas que ha hecho en estos días. Toma asiento a mi lado cuando entramos en el avión, ocupando dos grandes asientos de cuero negro con una gran mesa en el centro y enfrente otros dos asientos iguales a los nuestros.

Visualizo a Cassian salir del baño y a Garin sentado en un asiento individual al lado nuestro, pegado a la pared opuesta. Sujeta el móvil mientras teclea algo en él.

Choco con los ojos oscuros de Cassian quien vacila unos segundos antes de sentarse en el asiento delante mía. El monólogo de Ray pasa a ampliarse a él también.

— Me encanta este estilo de misiones, todos juntos, como un equipo. — Suspira risueño. — Solo falta una persona más.

La pierna de Cassian roza sutilmente con la mía. Trata de contener una sonrisa, pero consigo ver sus comisuras curvarse muy levemente hacia arriba. Teclea en su móvil con rapidez y poco después el mío suena.

— ¿Quién? — Pregunto a Ray para disimular mientras tomo mi móvil.

"Podemos cambiar el objetivo del juego"

Sus manos siguen tecleando y rápidamente recibo otro mensaje de él.

"Seduceme y haber hasta donde llegamos"

— Adara. — Responde Ray. — Esa chica es un encanto podemos invitarla. Además, me da más conversación que los tres juntos.

Aparto mi móvil y miro muy seriamente a mi compañero.

— Mantente alejado de ella. No pertenece a este mundo y no voy a permitir que la metas.

— ¿Ella no...?

— No, Ray.

— Joder, con razón me cayó tan bien.

Vuelvo la vista a mi móvil. Los dos mensajes siguen apareciendo en mi pantalla y la intensa presencia de Cassian a poco menos de un metro delante mía.

Sé que jugar con él es meternos de nuevo en terrenos pantanosos. Pero justo eso es lo que a mi me gusta.

Romper las reglas, desafiar a Gunther y a todo nuestro alrededor, luchar contra unos sentimientos que van más allá de todo lo que alguna vez ambos hemos experimentado.

Desde que confesé todo lo que llevaba guardando desde hace muchísimo tiempo, me siento más libre. Las cadenas parecen haber aflojado su agarre o incluso algunas se han roto. La sensación de apoyo que siento por su parte me agita y aviva por iguales condiciones.