|| Finalizada || Lo primero que ha hecho Ash tras salir de prisión es matar a Dino Golzine y comenzar con una venganza contra quienes lo han lastimado, es un alfa dominante, tiene el control de Nueva York y el respeto de las pandillas.
¿El problema...
¡Hola mis bonitos lectores! Subo el capítulo temprano porque debo irme corriendo, ha sido un fin de semana extraño, lo reafirmo, espero tener más tiempo en la semana o lloraré. Muchas gracias a quienes han apoyado esta pequeña dinamica, vamos bien con la puntualidad, hasta ahora. ¡Espero que les guste!
✩ Advertencias: Episodio de reexperimentación, pensamientos intrusivos, negativimos, otros sintomas del PTSD.
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Aslan odia a Salinger por haber escrito su novela favorita.
«El guardián entre el centeno» no es más que un montón de mierda.
O tal vez, la mierda es identificarse tanto con su protagonista.
Holden Caulfield es un chico de apenas diecisiete años con una visión tan cínica acerca de la realidad que le roba sonrisas, es casi escalofriante, el sarcasmo impregnado en sus palabras entremezclado con la saña diluida fríamente tras una fachada encantadora casi parecen arrancadas de su miserable historia. Lo que le molesta, es cuando Holden se pone blando, esos tenues instantes donde se siente incómodo con sus propias debilidades y las pretende encubrir con falsedad, terquedad e incluso con superficialidad, le recuerdan demasiado a él mismo, arrojando chistes sexuales para ocultar el dolor, porque si le quita peso al tema tiene la esperanza de que efectivamente lo pierda. Desde Dino hasta la secretaria del doctor Meredith, inclusive Max en prisión, Ash no teme usar su lengua mordaz.
Pero tal como Holden, no es más que un manto para encubrir su desmesurada fragilidad, es algo así como esconder lo evidente a simple vista. Hasta ahora, esto le ha funcionado de maravilla, su forma de supervivencia primordial ha sido adoptar su naturaleza depredadora y atacar.
Sin embargo, esto es...
Aterrador.
Ash está asustado y no puede esconderlo, está temblando.
—Te ves espectacular.
Jessica Randy, la ex esposa de Max es una dama bastante peculiar (no en el buen sentido), tiene una voz estruendosa y aguda, un estilo apegado en demasía a las pasarelas de moda y una presencia tan imponente que lo hicieron retroceder apenas entró al estudio de fotografía, es una alfa, le sienta a la perfección, se cuestiona cómo alguien tan dominante quedó atrapada con un beta simplón, no es por su género, sino por esa personalidad despreocupada y apática que en más de una ocasión le ha sacado canas a Aslan.
—Con un par de retoques más podremos empezar.
Cierto.
Se halla conteniendo un ataque de pánico porque es su primer día de trabajo, un trabajo de modelo, le han puesto ropa costosa y elegante, le cepillan desde el cabello hasta el pelaje, actualmente se encuentra recibiendo los últimos retoques de maquillaje, la base se concibe reseca contra su piel, la chica no le ha sabido aplicar los productos correctos, es delicado, ¿acaso nadie lo comprende?