22. Pelea/Protección.

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¡Hola mis bonitos lectores! Someone missed me? Hoy ha sido un día extraño donde quedé media desamparada y no creo poder llegar a mi pequeña casa para ser feliz en un rato, pero igual encontré la manera de subir esto porque no me iba a atrasar dos días, de hecho tengo el capítulo que corresponde a hoy, pero no lo subiré, porque son los más fuertes de la trama, es mucho para digerir de golpe, así que con promps más suaves me pondré al día otra vez. El encuentro con Arthur no es largo, pero a mí se me hizo intenso.

¡Espero que les guste!

—Eso hace cosquillas, cariño

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—Eso hace cosquillas, cariño. —La ternura en la voz de Eiji le roba una sonrisa automáticamente, es la primera vez que escucha el apodo, repasa de forma mental las inflexiones en la tonalidad, saborea como si fuese miel cada una de las letras, las degusta, las prueba como un crítico antes de aceptarlo.

—¿Cariño? —Adora que le haya puesto un apodo empalagoso—. ¿Estamos en ese nivel?

—No lo sé, tú eres el genio. —El omega se burla, está recostado encima del nido, con la novela que le regaló entre las palmas (Aslan sospecha que no la ha leído, que se ha entretenido con las bonitas ilustraciones entre las páginas), con el suéter alzado en el tórax solo para que el alfa pueda trazarle círculos en el vientre, navega con las yemas desde su ombligo hacia su cadera—. ¿Lo estamos?

—Un bebé parece lo suficiente para llevarnos a otro nivel. —Su pareja bufa, removiendo un mechón entintado durante el proceso hacia su nariz, Ash tiene muchas ganas de acomodarlo, es una excusa para olfatear las feromonas de su compañero y reconoce el descaro—. Eso dicen mis 200 de IQ.

—Presumido.

Se quedan en silencio, con el japonés pretendiendo leer esa desastrosa novela mientras él lo repasa con una ternura que no creía posible brotando de su cuerpo, el vientre sigue plano, el cachorro es demasiado pequeño para ser un bulto o incluso para ser sentido, y aún así se las ha arreglado para ser lo más emocionante (y aterrador) en su vida. Él no sabe por dónde iniciar enlistando sus temores, la terapeuta le ha dicho que es bueno concretizarlos para poderlos trabajar, así que lo intenta: van desde la posible paternidad de mierda que Jim le heredó, pasan por pánico a que su pasado extinga a un inocente y terminan con que el saco de progenitor le quede muy grande.

Sí, en el fondo se encuentra aterrorizado de no poder ser un buen papá, todavía es un simple niño, que inclusive así no tuvo una infancia, ¿cómo va a criar a uno?, ¿qué pasa si el bebé nace y conoce exactamente lo que es?, ¿si lo odia?, ¿si sabe que es un asesino y le teme por instinto?, ¿sino logra controlar sus síntomas del PTSD y termina haciéndole daño?, ¿sino puede alimentarlo y es hipócrita considerando su propia anorexia en remisión discutible?, ¿si revela su pasado? Le daría vergüenza a cualquiera enterarse de que papá ha sido una superestrella.

Sí, es mucho para tomar.

Han sido semanas abruptas y violentas.

Además, quiere apoyar a Eiji en esto, quien una vez procesada esa fragosa paternidad, impresiona disfrutarla mucho más, sigue con miedo, obviamente lo está, pero se muestra genuinamente alegre con las posibilidades que esto puede y no puede abrirle. Es curioso como el mero hecho de escuchar o estar para alguien muchas veces cambia un universo inmutable de sufrimiento.

Release the bunny [Omegacember]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora