29. Cuidados.

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Hi~ Esto definitivamente me remontó a flash backs de vietnam donde el año pasado estaba exactamente publicando el killing me softly a esta hora antes del año nuevo, el masoquismo de las dinamicas no cambia, solo evoluciona. Aún así, para cerrar el año tenemos momentos bastante dulces antes del final, muchas gracias a quienes han apoyado esta pequeña historia.

¡Espero que les guste!

—Buenos días, pequeños

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—Buenos días, pequeños.

Ash lo musita somnoliento, presenta el cuerpo adolorido y la marca en la nuca todavía punzante, él no duda en inclinarse hacia su omega al otro extremo del nido (que quedó hecho un desastre), toca su vientre, repasando suaves y delicados círculos en el lugar donde yacen sus cachorros, hace mucho deseaba hablarles, no porque esperase una respuesta, sino por el simple deseo de darles a conocer que son amados y muy anhelados incluso antes del nacimiento.

—Espero que esta mañana no le den antojos de natto a su padre, porque no lo resistiría, mi paladar es bastante delicado ¿saben? Sino tengo ensalada de aguacates con camarones estaré de malhumor toda la semana y eso será terrible para sus tíos.

Eiji sigue durmiendo, con la centella resplandeciente coloreando su piel a través de las cortinas, con las sábanas de algodón frescas revolviéndose ante sus jugueteos, con su desordenada matita abenuz cayendo hasta sus orejas, plantando una serie de curvas alrededor de tan mullido retazo de amor, su pecho sube y baja pacíficamente, tiene un buen sueño, piensa, se acerca más. Aslan continúa con sus movimientos fantasmas alrededor del vientre del omega, están desnudos, es un deleite visual.

—Sigo pensando en sus nombres, pero no se me ocurren nombres lo suficientemente bonitos para ustedes. —Divaga, repasando desde el ombligo hacia la curva cerca de la cadera, besando aquel tentador retazo de piel.

—Ash... —Su pareja lo llama entre sueños, él lo abraza, tensando aún más su cola alrededor de aquel infame pompón negro en respuesta.

—Acá estoy. —Le asegura antes de continuar con el discurso laxo—. Odio mi nombre, Eiji dice que mi madre lo eligió con cariño, pero el único que lo usó de esa forma fue Griffin, su futuro tío favorito, es mi hermano, es genial, sé que lo amarán, yo lo amo y ha mejorado, ya está bien para reconocerlos e incluso cuidarlos de vez en cuando.

No es que el alfa aborrezca su nombre, sin embargo, posee recuerdos desagradables de su infancia, desde el entrenador embarrando cada letra con su pesado acento mientras jadeaba hasta clientela en el burdel, llamándolo en ronroneos porque lo encontraban atractivo incluso siendo un niño, Ash lo sabe bien, cuando la gente utiliza cierto tono para llamarlo es porque quieren algo de él. Pero Eiji, su dulce Eiji jamás ha usado esa clase de tono, inclusive en momentos de tan desmesurada intimidad como el sexo, no es lo mismo, sigue habiendo un ferviente amor ardiendo en sus pupilas, no lo mira como si fuese un objeto, es intimidante.

¿Acaso siempre ha sido tan intimidante?

Apuesta que sí, cuando las personas estaban demasiado cerca él dejaba escapar comentarios sucios sobre la pornografía infantil o las violaciones para restarle peso, era su manera de decirles: «Pueden tomar mi cuerpo y hacer lo que quieran, pero jamás les cederé mi alma». Fue abrumador ser tratado con tanto cariño por este conejito, sigue siéndolo.

Release the bunny [Omegacember]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora