Capitulo 8

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Cuando el pelirosa llego al sitio acordado no pudo evitar sentirse confundido y fuera de lugar. Desbloqueo su teléfono y corroboro varias veces la dirección solo para confirmar que estaba en la correcta. Jamás se esperó que su senpai viviera en una casa tan lujosa.

Ahora se sentía bastante incomodo e inseguro sobre si debería tocar el timbre o no. Pero por un demonio, el albino lo había invitado y era de mala educación dejarlo esperando. Además, Yuuji no era ningún cobarde, así que bastante decidido pulso el botón. Fue recibido inmediatamente por un hombre bajito con traje, portaba unas gafas y su cabello negro estaba cuidadosamente peinado, a juzgar por su olor era un beta.

-Itadori Yuuji, verdad?- Pregunta amablemente el hombre –Lo estábamos esperando, adelante por favor déjeme llevarlo con el amo Gojo. Por cierto, mi nombre es Ijichi cualquier cosa que necesite hágamelo saber- Explica formalmente

Yuuji se sorprendió por ese hecho, ese sujeto sabía quién era él. Pero claro, con todo lo que Satoru le conto sobre el pelirosa, Ijichi aun sin conocerlo ya lo tenía más que identificado. En el camino Itadori se percató que la casa del senpai era aún más lujosa por dentro.

Cuando estuvieron fuera de la habitación de Satoru, Ijichi llamo a la puerta varias veces pero no obtuvo respuesta. Aun así el beta dejo a Yuuji entrar, su amo había dicho que llevaran al chico directo a su habitación apenas llegara así que estaría bien.

Itadori entro al cuarto y cerró la puerta no sin antes agradecerle al hombre de las gafas. Toda la habitación olía igual que el senpai, lo cual removió algo dentro del menor. Parecía que el albino no se encontraba ahí, pero por el sonido del agua fluyendo que se escuchaba detrás de una puerta que parecía ser el baño, Yuuji supuso que podría estar tomando una ducha.

Ese simple pensamiento fue suficiente para emocionarlo, justo detrás de esa puerta se encontraba Satoru y seguramente sin nada de ropa. El rostro del joven se sintió un poco acalorado pero mantuvo la compostura. Para zafarse de esos pensamientos pecaminosos se dirigió a la cama en la cual se sentó a esperar.

-Las sabanas también huelen al senpai- Pensó Itadori emocionado, se olvidó por completo de su mochila y la aventó lejos en algún lugar del suelo

Yuuji hundió su cara contra las almohadas y aspiro como un completo adicto las feromonas que estas desprendían, comenzando a ronronear complacido y a frotarse contra la suavidad de la cama.

-Alfa alfa alfa, nuestro alfa- Repetía el omega de Itadori

Cuando Gojo salió de la ducha quedo congelado al ver al omega sobre su cama con una de sus almohadas fuertemente abrazada y olisqueándola sin dejar de ronronear, su corazón comenzaba a acelerarse y su alfa no paraba de gruñir complacido por ver el efecto que causaba su aroma sobre el omega.

-Esto es alguna maldita clase de invitación!?!?- Pensó el albino -Yuuji...- Murmura para llamar su atención

-Ah...Gojo senpai...yo...solo- Intenta explicar bastante avergonzado por ser atrapado

-Que hacías exactamente?- Pregunta Satoru sin poder ocultar una estúpida sonrisa en su rostro

-Solo olvídalo, por favor- Suplica cubriendo su rostro con ambas manos para ocultar su rubor

La tarde en la casa de Gojo senpai fue bastante agradable, hicieron prácticamente de todo. Miraron películas, jugaron videojuegos, nadaron en la piscina e incluso en algún punto de sus tonterías terminaron envueltos en una competencia de comer dulces.

Fue realmente maravilloso, el único problema era que toda la tarde Satoru estuvo recibiendo indirectas o al menos así es como las veía él, y no sabía realmente cómo reaccionar ante eso.

Sweet LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora