Capitulo 13

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Ya había pasado más de medio día y Yuuji seguía sin aparecer, Satoru estaba más que ansioso al igual que todos sus conocidos que también habían sido informados de la "misteriosa" desaparición.

Después de que Satoru y Suguru discutieran los hechos con Megumi y Nobara todos llegaron a la misma conclusión, la culpable de todo no podía ser otra sino la misma persona que estuvo molestando a Itadori todo este tiempo "Mai Zenin".

Satoru no tenía idea de que el pelirosa sufría acoso en la escuela hasta que los omegas se lo contaron, ese era otro motivo más por el cual iba a destrozar a la chica cuando la encontrara. Gojo no iba a quedarse de brazos cruzados así que hizo varias llamadas y se comunicó con la familia Zenin para informarles que los iba a destruir a todos.

En Japón existían tres grandes familias reconocidas por su apellido, los Gojo, los Kamo y los Zenin. Cada familia era dueña de grandes riquezas y poder envidiable que les permitía hacer cualquier tipo de atrocidad y salir ilesos. La familia Gojo era la más importante.

Debido a lo territorial y ambiciosa que era cada una de las familias, para evitar cualquier tipo conflicto entre sí todas habían firmado un tratado de paz, eso lo sabía todo el mundo y se encontraban en buenos términos por el momento. Pero claramente la situación actual era una declaración de guerra por parte de los Zenin hacía los Gojo y era completamente inaceptable.

Sin duda Satoru se encargaría de castigar severamente a toda esa familia bastarda cuanto todo acabara. El albino contacto con una reconocida detective privada para que le ayudara en su caso. Necesitaba apresurar la búsqueda, se estaba desesperando bastante con cada minuto que pasaba y ya no pensaba con claridad las cosas.

Mei Mei era la mejor detective en todo el mundo, sus tarifas eran jodidamente altas pero valían la pena. Cando Satoru la llamo enseguida acepto trabajar para él, las pagas de los Gojo siempre eran buenas así que haría su mejor trabajo por su cliente.

Geto y Shoko habían llevado a su amigo a una cafetería, no era el mejor momento para salir a pasar el rato pero necesitaban calmarlo aunque fuera un poco. Shoko le advirtió que si no se relajaba podría darle un infarto, en el fondo la omega estaba también muy preocupada por el pelirosa pero nadie podía hacer mucho por él y si se mostraba inquieta solo afectaría más a Satoru.

Lo único que estaba en sus manos por el momento era llevar al albino a que comiera toda la azúcar que quisiese para que como mínimo no estuviera dándole tantas vueltas al asunto.

-Porque no comes Satoru? Es tu favorito- Menciona la castaña extendiéndole un pedazo de tarta de fresa

Gojo dio un bocado y dejo el dulce inmediatamente, no tenía ánimos de nada, extrañaba a su omega, se sentía culpable por no protegerlo y tenía una gran opresión en el pecho que le daba ganas de llorar.

En momentos así agradecía llevar gafas oscuras, de esa forma la gente no podría ver bien su patético rostro. Como si Geto le leyera el pensamiento trato de animar a su amigo aunque fuese un poco.

-No es tu culpa- Menciona el pelinegro –No podías saber que esto ocurriría, porque si lo hubieras sabido estoy seguro de que no lo habrías permitido-

-Lo deje solo en sus momentos más vulnerables, claro que es mi culpa...- Murmura el albino dejándose caer sobre la mesa, Ieri retiro rápidamente la tarta a medio comer para que no terminara aplastada por la cara depresiva de su amigo

-Ya sé que podrá animarte aunque sea un poco- Dice Geto como si algo lo hubiese iluminado con la idea perfecta

El pelinegro hace una seña a la mesera para que se acerque a ellos, al hacerlo el alfa le dice algo en el oído. La chica asiente y se va, solo para regresar unos minutos después con otro pedazo de tarta la cual coloca frente a Gojo.

Sweet LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora