Capítulo 4

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Pasa una semana trato todo lo posible para no encontrarme con Hunter. Estoy buscando mis llaves con Sam en los brazos que está dormido, en eso llega mi vecino y extiende su mano.

—¿Te ayudo? —se ofreció amablemente como siempre.

—Si por favor —extiendo mi mano y rozo la suya. La aparto de inmediato para no sentir su contacto tan directo.

ÉL abre la puerta y la deja abierta para que yo pase.

Su cabello se encuentra desordenado, como si hubiera pasados sus dedos una y otra vez. Tiene puesta una camisa blanca que se pega a sus brazos bien formados. También noto que está un poco más bronceado desde el último día que nos vimos.

—Un momento llevaré a mi pequeño a su habitación.

—De acuerdo —dice mientras cierra la puerta de mi casa.

Llego a la habitación de mi hijo lo acuesto lo arropo y le doy un beso en la mejilla. Está cansado corrió mucho en el parque, siempre quedaba agotado después de nuestras salidas.

Cierro la puerta, y me dirijo nuevamente donde se encuentra mi vecino. Está sentado en mi sofá revisando su celular. Si cualquiera lo observara mencionaría que está acostumbrado a ese sitio.

Levanta su mirada con esos ojos grises que me hacen perder en ellos, aunque esta vez puedo percibir en sus ojos cierto tormento que guarda celosamente. Él aparta su mirada sintiéndose vulnerable sobre aquello que pude sentir en una fracción de segundo.

—Sabes te estuve esperando la mañana que ofrecí llevarte a tu trabajo —me dice como si nuestras miradas no hubiesen hablado hace unos segundos

—Me fui muy temprano, además te mencioné que tomaría un taxi ¿recuerdas? —levanto unas de mis cejas.

No le da tiempo de responder porque el timbre suena.

Ya regreso Hunter —le digo, mientras avanzo hacia la puerta. No estoy esperando a nadie.

Abro la puerta y es mi mejor amiga Brenda. Está con una linda sonrisa de niña buena. Es delgada la típica rubia con sus lindos ojos azules.

—Sara cómo estás —pregunta mi amiga mientras me abraza.

Me separo un poco, ¿Qué haces aquí?

—Amiga venimos a tomarnos una cerveza y a conversar contigo. Sabes que siempre quieres inventar una excusa cuando te invito a una fiesta, así que traje la fiesta a ti.

Veo desde mi puerta a George sacando las bebidas.

— Hola Sara —saluda desde su coche.

—Hola George —devuelvo el saludo con una sonrisa sincera.

—Me vas a invitar a entrar —pregunta mi amiga.

—Adelante. —menciono mientras la pareja entra a mi casa.

Cuando llegamos a mi sala Hunter aún sigue en el sofá. Veo la cara de sorpresa de mi amiga. Observo en sus ojos aquello que está pensando, conozco esa mirada.

—Te lo tenías bien guardado —me susurra en el oído.

—Disimula quieres —le reclamo. Hunter suelta una sonrisa.

—Esta es Brenda y su esposo George —le digo a Hunter. —, este es Hunter mi vecino.

Mi vecino se levanta y le ofrece la mano a George,
—Qué hay hombre un gusto —se presenta.

—Si nos disculpan —expresa Brenda. De acuerdo responden los dos sincronizados.

Mi amiga me toma de la mano y me lleva a la cocina, cuando cierra la puerta se da vuelta y me mira a los ojos.

Mi  Vecino Me Enloquece ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora