Capítulo 10

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Me desperté sin más. Ni asustada ni triste. Estaba inquieta, pero no quería reconocerlo. Me senté en el borde de la cama y miré el despertador. Eran la diez y cuatro minutos.

Me di vuelta y observé que Hunter no se encontraba a mi lado. Y recuerdo todo lo que ocurrió, tiempo sin sentir esta maravillosa experiencia. Salgo de la cama de prisa y me coloco mi camisón, para ir a la habitación de mi pequeño. Cuando abro la puerta me llega olor a huevo y tocino. Además, escucho la voz de Hunter contándole un cuento a mi hijo.

Me dirijo a mi cocina y encuentro a mi vecino sentado dándole su papilla a Sam. Parpadeo un par de veces para saber si estoy alucinando.

—Hola, preciosa —dice mi vecino con una sonrisa —estás impresionante.

Me percato que ni siquiera me he aseado, debo parecer un espantapájaros.

—Buenos días, Hunter —digo dirigiéndome a mi hijo para darle un beso en la coronilla.

—¿Me puedes dar unos minutos, para asearme?

—Claro, preciosa —dice mientras le da otra cucharada de comida a Sam.

Creo que nunca me he sentido más intimidada por una situación. Me ducho rápido, me coloco unos pantalones de yoga, una camisa manga larga.

Cuando bajo, mi niño se encuentra viendo su dibujo animado, mi vecino está en el sofá revisando su teléfono.

Intento tomar a mi pequeño de los brazos y no se deja.

—Así que ya olvidaste a mamá —comento mientras me dejo caer en el sofá.

—Preciosa, nadie podría olvidarse de ti —Brinco un poco del asiento, recordando nuevamente la noche anterior —¿Cómo la pasaste anoche?

—Creo que bien —contesto sin mucha importancia.

—Eso no parecía cuando te venías gritando mi nombre —susurra en mi oído, para que mi niño no escuche

—Muy seguro de ti mismo ¿Te doy una medalla?

Cuando va a responder el timbre suena.

—Salvada por la campana —me dice mientras me dirijo a abrir la puerta.

Es muy temprano para visitas, podría ser Brenda que nunca avisa cuando me visita, pero es mi madre.

—¿Hola pequeña? —me rodea entre sus brazos.

—Hola, mamá, que sorpresa, pensé que regresarías mañana.

—Adelanté mi regreso. Sabes que no puedo estar lejos de mi casa ¿Dónde está mi nieto? —grita mi mamá, cuando entra para buscar a mi hijo.

Hunter está de pie, mi madre dirige su mirada a mí.

—Mamá, él es Hunter —Lo presento, me siento un poco nerviosa.

Esta no era la manera que debía conocerlo.

—Un gusto, señora, encantado de conocerla.

—Chico, me llamo Lucía, pero todos me llaman Lucy —contesta mi madre estirando una mano en forma de saludo.

— Ya sé de dónde ha sacado la belleza Sara, con todo respeto —dice Hunter tomando la mano de mi madre.

—Gracias, chico —contesta mi madre con una sonrisa.

—Ya me dirigía a mi casa —comenta mi vecino. Sé que es una mentira —un gusto nuevamente Lucy.

—Nos vemos luego —contesta mi progenitora.

Mi  Vecino Me Enloquece ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora