Le cuesta recordar su nombre, solo puede pensar en lo demandante que Bakugou se ha vuelto al besarla. Esta claro que la ternura de los primeros besos eran solo producto de la timidez, porque desde que se le ha hecho costumbre comersela a besos cuando nadie los ve, el ritmo de sus labios cambió totalmente.
Y no es que le disgustara, al contrario, aquello iba tanto acorde de su personalidad que le encantaba. La volvía loca cuando la tomaba de la cintura o de la nuca y se perdían entre besos.
Sin embargo nada había sido aclarado, no tenían una relación oficial, el tema ni siquiera había sido tratado. Y ni hablar de las notas, no se había atrevido a decírselo. Lo que era peor porque había notado al chico inquieto, seguramente se había querido comunicar con "Anónima". Lo sabía porque Kirishima se lo había dicho, el chico era totalmente un chismoso, pero un chismoso inocente. Era tan distraído que se le escapaban detalles al azar y metía la pata. Luego se sentía totalmente culpable, detestaba delatar a su amigo, eso no era de hombres.
Tampoco es que dijera grandes secretos, pero Tn temía que un día se levantará y por error le contará a Bakugou que ella era Anónima. Si eso sucedía estaba totalmente segura de que lo haría correr por todo el bosque de la academia en bóxer, lo conveniente era que comenzaban los días fresquitos de otoño.
No, en serio, era realmente conveniente. Bakugou era como una gran estufa rubia, todo el tiempo estaba calentito y ella solía "olvidar" que era friolenta, así que se paseaba de aquí para allá desabrigada. Cuando la noche caía y la temperatura comenzaba a descender, se escondía entre los brazos tibios del rubio y calentaba sus mejillas heladas en su pecho. Bakugou había tomado la costumbre de tomar sus manos (realmente frías) y frotarlas, o meterlas en sus bolsillos.
Si alguien se había dado cuenta de lo que sucedía entre ellos se hacían los tontos. Nadie había dicho una sola palabra, algo le decía que una mirada de Katsuki bastaba para mantenerlos callados.
Se había acostumbrado a desearle los buenos días cada mañana, incluso cuando alguno de los dos se había levantado con el pie izquierdo. Era algo infaltable. A las miradas coquetas y poco discretas durante las comidas. Se había encariñado a sus malas costumbres, a que sea un mal hablado y un poco insensible. A su habito de criticar hasta el mínimo detalles de las películas cuando no le gustaban, a su inusual vena cariñosa que saltaba cuando la abrazaba escondiendo el rostro en su cuello, como un gatito mimoso.
Generalmente cuando uno conoce a una persona, mientras más interactuas vas descubriendo las cosas malas que se entierran bajo una cara de la moneda. Con Bakugou era al revés, cuanto más lo conocía se encontraba las cosas buenas que él ocultaba bajo su mala actitud. Bakugou era una persona hermosa, poseía un enorme mazo de virtudes que la hechizaban. Empezando por su excelente dialéctica que dejaba a la vista lo buen conversador que era, cuando estaba de buenas se podía debatir con toda tranquilidad y grandes argumentos con él, era imposible aburrirse hablando, además al entrar en confianza el chico hablaba hasta por los codos. Se dejaba llevar y los ojitos le brillaban como mil rubíes al sol. Dejaba escapar pequeñas sonrisas discretas y risas melodiosas que te llenaban el corazón.
Pensar en él le aliviaba la mente agarrotada, se acercaba un examen y ella necesitaba un mejor desempeño que el que había demostrado en uno de los últimos entrenamientos. Muchos la habían intentado consolar justificando sus fallas con el clima, pero ella estaba segura de que podía hacerlo mejor. Así que había dedicado parte de su tiempo libre a entrenar, con lo perfeccionista que era Bakugou él también entrenaba a lo loco. Tn lo extrañaba, y esperaba que pudieran pasar un día por lo menos del fin de semana juntos.
Por otro lado había mejorado bastante, aunque eso le estaba pasando factura. Tanto esfuerzo había desequilibrado su quirk y ahora de vez en cuando aparecía accidentalmente en cualquier lado. Rebobinemos, su poder le permite trasportar un objeto o personas (incluyendo a ella) a lugares en donde haya estado antes. Pero eso la limitaba bastante, así que su entrenamiento se había enfocado en lograr transportar a lugares que no conozca. Al principio era a sitios cercanos, como alguna calle del barrio que no hubiera visitado antes. Y eso solo la agotaba un poco más de lo normal, pero mientras ampliaba su rango pareciera que hubiera perdido el control. El día anterior por incidencia había empujado a Mina tras haber aparecido a su lado y trastabillar por un mareo.
Finalmente estaba volviendo a dominar su quirk, y ahora se concentraba en la rapidez. Estaba anocheciendo cuando volvió a la residencia, estaba sudada y llena de tierra por un porrazo que se había dado al aparecer a unos centímetros del suelo. Le dolía todo en general, pero si se apuraba y se daba una ducha podría estar un rato con el rubio antes de la cena. Luego él se iría a dormir.
Hablando del Rey de Roma, se topó con Bakugou y Todoroki volviendo a la residencia, algunas veces y cuando Bakugou no quería matar a nadie, entrenaban juntos. Ambos la observaron, Todoroki levantó la mano con la palma extendida en señal de saludo, pero no la agitó, mientras mantenía su rostro impasible. Tenía la ropa quemada y casi se le escapa una risa al ver sus cejas chamuscadas. Pero antes de que pudiera si quisiera sonreír, Bakugou sostenía su mentón y movía su rostro para mirarla mejor.
— ¿Qué te pasó? — Le preguntó totalmente serio. Se veía guapísimo con las cejas rubias fruncidas y con aquel gesto de preocupación. — Me caí y me golpee un poco. — Le explicó, se había hecho un pequeño corte en la frente, pero entre la tierra y la sangre se veía peor de lo que en realidad era. — Vamos con Recovery Girl. —
Tn negó. — No, tranquilo. Solo voy a desinfectar y pondré una bandita, no es grave. — Pero Bakugou no se veía muy convencido. La tomó de la mano para llevarla adentro, pero el pequeño quejido de la muchacha lo detuvo. — Me caí sobre la mano, ya revise y no hay fractura. Pero me duele. —
El ceño del chico se frunció más. — ¿Y así quieres que este tranquilo? ¿Te lastimaste en algún otro lado? — Tn sonrió. — No estoy seriamente lastimada, solo un poco adolorida lo que es normal después de una caída. Relájate. —
Bakugou suspiró y entonces ambos notaron la presencia de Todoroki, que los contemplaba sin expresión, al sentirse observado dijo — Eh, creo que debería irme.
Y se fue.
— Iré a ducharme, tu deberías hacer lo mismo. — Dijo Bakugou, recalcando su suciedad en broma. — Luego ven a mi habitación, no tardes extra.
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Como declararse a Bakugou sin morir en el intento
FanfictionBakugou Katsuki tiene una personalidad explosiva y peligrosa. Pero eso no evita que Tn se enamore de él. Por supuesto decirle a la cara que está colada por él es una pésima idea. Quizás la mejor forma de acercarse a él sea -ironicamente- de lejos...