𝐉𝐢𝐧𝐱 ( I )

14.5K 830 69
                                    

Se agradecen los follows.

━ Sentías ese extraño sentimiento en tu estómago al ver como la chica discutía con su hermana menor, no era algo que acostumbrabas a ver, siempre las habías visto muy unidas, te costaba asimilar que eso era verdad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


━ Sentías ese extraño sentimiento en tu estómago al ver como la chica discutía con su hermana menor, no era algo que acostumbrabas a ver, siempre las habías visto muy unidas, te costaba asimilar que eso era verdad.

⸺¿Qué sucede? ⸺ preguntaste, acercándote al dúo que detuvo sus gritos al verte entrar por la puerta gastada de la habitación.

⸺No quiero que Powder me acompañe a salvar a Vander, es peligroso⸺ la pelirrosa se cruzó de brazos frente a la mencionada que parecía estar a punto de llorar. ⸺¿Puedes quedarte y cuidarla?⸺ miró en tu dirección, con una ceja alzada y una expresión indescifrable para tí, esperando a que dijeras que sí.

⸺ Tengo que hacer unos encargos, Vi, ojalá pudiera quedarme.. pero si no atiendo a los clientes perderé el negocio.

La chica resopló y asintió de mala gana, diciéndole por última vez a la menor que se quedara allí y no se moviera.

Vi se volvió hacia tí y ambas salieron de la habitación, cerrando la puerta. ⸺ Cuídate, Vi, y trae a Vander en una sola pieza ⸺ le diste la mejor de tus sonrisas y te acercaste a ella para abrazarla, siendo correspondida por la mencionada a pesar de que no estaba acostumbrada al tacto.

⸺ Sé que puedo hacerlo, cuídate Waffles.

Soltaste una risa casi inmediato al oír ese raro apodo que te había puesto, recordaste que comenzó a llamarte así la primera vez que intentaste cocinar el llamado alimento y terminó siendo un caos tanto para la cocina como para el sabor, fueron horribles.

La viste marcharse y tú tomaste rumbo a tu hogar, que quedaba en el centro del Distrito y por feo que sonase, vivías sola a pesar de ser algo muy común entre los Zaunitas ser huérfanos a temprana edad, solo que no acostumbraban a vivir solos, normalmente estaban acompañados por padres adoptivos o bandas rebeldes.

Tras una larga y agotadora caminata, pateaste la puerta y entraste, sentándote en tu escritorio y viendo los planos que tenías y el trabajo restante que no era poco; te dedicabas a crear ciertos prototipos que eran capaces de reemplazar las extremidades faltantes que tenían algunas personas, en su mayoría, adultos que participaron en la guerra contra Los Vigilantes. A muchos les faltaba un brazo, una pierna y a otros hasta la cadera y ojos.

Eras una pequeña niña hija de un inventor que se dedicaba a lo mismo que estabas haciendo tú, pero tu familia murió en la mencionada batalla en la que fueron superados por número y armas.

Mentirías si dijeras que no tienes rencor hacia los de arriba, porque en verdad los repudiabas. A cada zaunita que le vendías tus productos, les añadías una cualidad especial, la cual consistía en un apartado secreto donde podían sacar armamento para defenderse y en el peor de los casos, asesinar, pero ese no era tu problema.

Estabas perfeccionando un brazo mecánico que era uno de los últimos de tus inventos, tendría la capacidad de disparar balas en la zona de los dedos a través de un botón en la zona del hombro, pero era algo muy difícil, incluso para los avances que habías logrado para tu edad.

Llevabas al menos toda la tarde, cambiando engranajes, destornillando algunos tornillos y cambiando los planos del boceto, pero te quedaste en blanco al oír una explosión, luego otra, y luego otra. Eran lejanas, pero eran lo suficientemente fuertes como para que el sonido llegara por todo el Distrito Suburbano.

Enseguida el rescate de Vander llegó a tu cabeza, comenzando a preocuparte de algún incidente en el lugar, incluso la muerte de la pelirrosa que por más que te molestara e insinuara cosas, te gustaba.

Tomaste uno de los prototipos del brazo en el que trabajabas y te lo colocaste alrededor de tu brazo derecho, sintiendo como la máquina se envolvía correctamente alrededor de tu extremidad.

Saliste de tu oficina, cerrando la puerta rápidamente y comenzaste a correr hacia la dirección del lugar al escuchar como otra explosión hacía presencia en Zaun.

Llegaste a lo que parecía ser una fábrica abandonada, pero estaba todo en llamas, destrozado. Creiste haber escuchado la voz de Vi y luego como esta se interrumpía enseguida, ibas a seguir el sonido hasta que viste como de entre las llamas se distinguía a Powder. Aceleraste tu paso hacia la niña y estando a un lado de ella, se tiró sobre tí, llorando y gritando, escuchando como su voz se rompía por segundos. ⸺ Powder.. ¿Qué sucedió? ¿Dónde está el resto? ⸺ acariciabas su cabello, intentando consolarla. ⸺ Tranquila pequeña, estoy contigo, estaremos bien.. tan solo--

Pequeñas niñas..

Sentiste un escalofrío al oír esa voz, giraste tu rostro, encontrándote con dos hombres, uno de ellos sosteniendo a una mujer inconsciente y al otro, al cual reconociste de inmediato ⸺ Silco..

Arcane ⸺ 𝗼𝗻𝗲 𝘀𝗵𝗼𝘁𝘀.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora