━ Contenido explícito y vulgar.
━ Escenas heterosexuales, homosexuales y bisexuales.
━ Los relatos no se rigen al 100% a la serie.
━ Leer bajo propia voluntad.
━ Pedidos cerrados.
━ No se permiten plagios, si quieren hacer alguna adaptación, pregunt...
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━ No, no sabías si la vida te quería mucho o te odiaba demasiado, pero no podías quejarte; no de cara al menos.
De pequeña, fuiste exiliada de Piltóver por un error que ni siquiera cometiste tú, si no el Consejo. Tenías la manía de meter la pata donde no te correspondía, es cierto, pero hasta el día de hoy no creías que descubrir la corrupción dentro de la Academia te llevaría al exilio.
Querías ser una Vigilante, eso lo tenías inculcado desde que naciste arriba, si bien no tenías lujos, tu familia era estable, con economía y felicidad a tu alrededor. Tenías una amiga con la que básicamente te criaste y amaste, sin lugar a dudas, alguien de la que nunca pudiste confesarte y despedirte.
Te estaban enseñando tus deberes como aprendiz vigilante cuando escuchaste una conversación que te dejó atónita; uno de los Consejeros pagaba extra para una importación ilegal y que la Consejera Medarda se pagaba la confianza y voto del resto de personas ahí dentro. Cuando querías salir del lugar, al voltear, ya tenías a un par de vigilantes preparando las esposas.
Ni siquiera te dieron la oportunidad de despedirte de tu familia o amigos, pintaron tu exilio como que habías hecho algo demasiado grave, tachandote de delincuente peligrosa para Piltóver.
En el Distrito, te acogió un hombre bajo su techo junto a cuatro niños más. Vander comprendió tu situación de inmediato, y no podía ser de otra forma; solo eras una niña que sufrió bajo la corrupción de los de arriba.
Pestañeaste, sintiendo una lágrima caer por tus ojos, recordando todo por décima vez en el día; Vander junto al resto de niños habían desarrollado un vínculo especial hacia tí, te trataban como a una más y tú solo te podías conmover ante eso.
Te hiciste mejor amiga de Violet, Ekko y Powder, la última te preguntaba muchas cosas de Piltóver, como la tecnología y la historia de la ciudad, a lo que tenías que responder conteniendo tu tristeza al recordar tu hogar.
Cuando terminabas de hablarle, Violet se quedaba contigo y te apoyaba, intentando contar anécdotas graciosas mientras tú solo podías reir mientras unas pequeñas lágrimas se te escapaban, provocando que te abrazara y te decía que ya iba a pasar, que los tiempos iban a mejorar.
No podías soportar el hecho de que tuvo razón, a pesar de que la perdiste a ella, a Powder, a Mylo, Claggor y a Vander.
Te rehusabas a creer que perdiste a tus seres queridos no una, si no dos veces. En ambas ocasiones no pudiste hacer nada, en la última terminando inconsciente por intentar ayudar a Violet contra un chico mutado por el brillo.
Volviste a pestañear, sintiendo como alguien se sentaba a tu lado y suspiraba. ⸺ Te haces vieja quedándote en el pasado.. sis. ⸺ Ekko palmeó tu espalda y tú solo negaste, limpiando el rastro de tus lágrimas con pesar. ⸺ Te tengo una sorpresa, ven. ⸺ te ofreció su mano y la aceptaste, caminando junto a él.
