— Es lo más random que se me ocurrió, ¿Me perdonas?
— N0 te perd0 no
La risa de Mikey se adueño de la llamada, dejando quieto a Takemichi por unos instantes.
— Cariño por un momento me preocupaste...
— ¿P-Por qué, Mikey-kun?
— Pensé que no tenías sentido del humor
Takemichi hizo un mohín sintiéndose ofendido ¡Takemichi tiene sentido del humor! Pero en estas circunstancias, no cualquiera bromearía con un desconocido... ¿O si?
— ¡Para tu información puedo ser gracioso si me lo propongo!
— Ajá
— Bien, escucha atentamente... Aquí va mi chiste.
— Te escucho fuerte y claro.
— El otro día tu mujer me contó un chiste tan bueno que de la risa me caí de la cama.
— .....
— .....
Takemichi en aquel momento hace una nota mental, nunca, jamás volverá a compartir los chistes de Makoto y Yamagishi.
— Cariño, ¿Cómo te vas a caer de la cama riéndote de tu propio chiste?
— ...........
— Te contaré un chiste, y será mejor que el tuyo~
— ¿Ah si? A ver.
Mikey aclaró su garganta buscando algo entre sus cosas y así darse unos segundos más para intrigar a su amorcito.
— ¿Cuál es el café más peligroso del mundo?
— No sé, ¿Cuál es, Mikey-kun?
— El ex-preso.
Y Takemichi se mordió el labio inferior temblando levemente al escuchar claramente una batería de fondo, ¿Tenía una batería? El azabache nunca lo sabría.
— ¿Por qué tanto silencio? ¿No te hizo reír?
— P-Por supuesto que no, fue muy malo.
— ¡Mentiroso! ¿Cariño, por qué eres así?
— ¿Cómo así?
— Eres dura de conquistar.
Llamada finalizada.
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