Takemichi dejó caer una caja con sus pertenencias en el suelo, soltó un suspiro sintiéndose exhausto, y después de haber recuperado el aliento tomó el cuello de su prenda para así limpiarse con ella el exceso de sudor en su frente.
Luego de asegurarse que todo estaba en orden, regreso a la sala en busca de su pareja.
—Mikey-kun, ya terminé con las últimas cajas por hoy, ¿Qué quieres...?—Takemichi se detuvo abruptamente al percatarse que Mikey se había quedado dormido en el sofá.—Oh, la mudanza debió de cansarlo demasiado.
El azabache rio un poco para así retroceder sus pasos al pasillo, y luego de cambiarse, lavarse la cara y las manos fue que regreso nuevamente a la sala. Coloco las manos por debajo de las piernas y espalda de Mikey, y después de acomodarlo de la mejor manera, lo tomó en brazos para después dirigirse a su habitación compartida.
Han pasado unos meses duros, pero después de tantas dificultades y obstáculos superados, finalmente Mikey y Takemichi pudieron conseguir una habitación para vivir juntos. No será tan espaciosa y es una zona bulliciosa, pero es acogedora, eso es lo importante. Además de ser el segundo día en su nuevo hogar, eran pasadas la media noche, habían estado todo el día organizando el lugar y recién a esta hora Takemichi se sintió cómodo con el resultado.
Aún faltaban muchas cosas por hacer, pero eso podía dejarlo para otro momento.
Al llegar a la habitación, ignorando que sus piernas temblaban por la fuerza que estaba ejerciendo, Takemichi logró acostar a Mikey en el suave colchón. Soltó el quinto suspiro débil del día, suele olvidar lo mucho que pesa su amante.
Takemichi luego de haberse asegurado que el azabache más bajo estuviera en una posición cómoda y cambiarle con sumo cuidado la vestimenta cotidiana por unas prendas para dormir, se acostó en su lado de la cama y los cubrió a ambos con una manta. Deposito un tierno beso en la frente de Mikey, y se dispuso a dormir.
Pero, luego de haber transcurrido cierto tiempo, Takemichi no pudo conciliar el sueño, cosa que le extraño porque hacía un par de años que había dejado el insomnio atrás, desde que había conocido a Mikey para ser exactos.
Abrió los ojos rindiéndose, ya no se dormiría, así que miró a su lado, y Mikey se encontraba profundamente dormido.
Takemichi notó como Mikey se abrazaba a su cintura y el azabache se acomodó un poco para poder mirarlo mejor, sonrió para sus adentros al encontrar en su campo visual el hermoso rostro de su pareja. Y, aun observando detenidamente su relajada expresión, contuvo las inmensas ganas de pellizcarle las mejillas para no despertarlo, luego su mirada azulada se desvió a sus hebras oscuras, las cuales estaban cómicamente revueltas sobre la almohada.
El azabache no estaba seguro de que sería su vida sin Mikey, y por nada en el mundo quería averiguarlo, aunque él podía recordar que en el pasado durante varias noches se lo cuestionó. Un mundo donde se encontraba muerto a manos de Kisaki o vivo sin esperanzas de tener un futuro brillante, sin alguna visión que le recuerde que no es un inútil, pero lo peor es que no estaba listo para imaginarse una vida sin su ser amado.
Y en su breve momento de reflexión, sin dejar de contemplar a su amante, recordó la conversación del día anterior.
«Gracias por dejarme amarte, Hanagaki Takemichi.
Por otro lado, también recordó las innumerables veces que Takemichi trataba de poner en palabras todo lo que le hacía sentir Mikey sin lograrlo del todo. Un buen ejemplo de ello sería la vez que viajó a Manila.
—Mikey-kun... tengo algo que decirte, bueno, es lo que te quise decir cuando nos encontramos en Manila.—murmuró el azabache, pero el mencionado ni se inmutó a sus palabras, Takemichi bufó divertido y empezó a acariciar la suave y lisa cabellera del contrario.—De todos modos lo diré:
ESTÁS LEYENDO
Llamada Entrante | MiTake
Fanfiction➳ AU / Capítulos cortos. - ¿Saldrías conmigo, Takemitchy~? - Este número es solo para alquilar DVD's, Mikey-kun.