Llamada 54

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El ruido insistente de sus manos en el mostrador ambientaba su entorno, y aún si Takemichi mirará fijamente el reloj guindado a un extremo de la tienda de DVD's, eso no significará que irá más rápido.

Y el tiempo mucho menos estará de su lado.

Soltó un quejido exasperado para así inevitablemente dejar caer su rostro contra la madera dura y vieja del mostrador, su frente comenzó a picar por el repentino golpe, pero siendo algo sin importancia para él fue que se apoyo de su antebrazo para después desviar la mirada nuevamente a la ventana.

El clima de ese día estaba fresco, el cántaro de las aves se escuchaban con sutileza a la distancia y el sol desprendía su cálida luz en las calles de Tokio. Y aún así, el aire acondicionado no era suficiente para apaciguar su calor.

Nuevamente volteó a mirar al reloj, y solo faltaban cinco minutos para finalizar su turno.

Takemichi sonrió, al parecer si está de su lado.

Se levantó con las energías renovadas para así comenzar a arreglar con torpeza su uniforme, luego recogió sus cosas velozmente. Al regresar la mirada pudo confirmar que faltaban cuatro. Con una cuenta regresiva mental, se dirigió a la caja registradora para poder confirmar el dinero ganado de su turno correspondiente y ya cuando pudo confirmarlo, a paso veloz recogió sus cosas.

Al desplazarse con éxito hacia la entrada del local, se detuvó por un momento para así confirmar que esté con una apariencia aceptable y nuevamente soltó un suspiro ansioso, con un paso y un empujón salió de la tienda.

El azabache procedió a cerrar la puerta con llave, verificar que estuviese totalmente cerrada y así voltear el cartel que con una simple vuelta anunciaba el descanso breve de la tienda por el momento, en unos cuantos minutos vendrá a alguien más a sustituirlo. Takemichi con un giro sobre su eje estaba dispuesto a irse a la esquina donde se encontraría con Mikey, y para ese momento ni se molestaba en ocultar sus ansias de verlo.

⎯  ¿Takemichi?

Se detuvó en seco, y sus ojos se abrieron como platos al reconocer de inmediato la voz que provenía a sus espaldas.

Por alguna razón sus ojos comenzaron a picar, quizás lloraría como suele hacer al recordar a quienes llegó a dejar atrás en el pasado, pero se contuvo de derramarlas. Takemichi con toda la fuerza de su voluntad evito a toda costa el sentimiento de correr de allí, cerró los puños de sus manos reuniendo el poco valor que le quedaba y, decidió voltearse finalmente.

Tarde o temprano tendría que enfrentarlo, era obvio, pero... No pensó que sería tan pronto.

⎯  E-Eres tú... Y-Yo...

Takemichi no pudo evitar en analizarlo de pies a cabeza, a su viejo amigo, el mismo que se veía igual como hace doce años.

Inevitablemente las lágrimas cayeron ante sus palabras, las limpio rápidamente.

La sonrisa que le regaló el pelirrojo expresó nostalgia, divertido de la expresión del azabache.⎯  No has cambiado nada... Sigues siendo un llorón.

⎯  Akkun...

⎯  Akkun

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Llamada Entrante | MiTakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora