Llamada 56

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⎯  ¡Mikey-kun! ⎯  exclamó Takemichi con una sonrisa radiante mientras movía de un lado al otro su brazo derecho mientras se acercaban dónde estaba.

Mikey le correspondió el saludo cuando estuvo cerca, la expresión alegre de su Takemitchy era una brisa fresca en el más insípido desierto. Pero todo pensamiento rosa cambió al cruzar miradas con su acompañante.

De repente, el ambiente se volvió pesado para ambos.

Takemichi mostró una mueca nerviosa al percatarse de la mirada asesina que poseía Mikey hacia Akkun. El pelirrojo por su lado intentó verse tranquilo, a pesar de sentirse un poco intimidado por el más bajo.

Si las miradas mataran Akkun ya estaría cinco metros bajo tierra.

⎯  B-Bueno... ¿Mikey-kun?

⎯  ¿Si, Takemitchy? ⎯  como era de esperarse, la expresión sombría fue cambiada a una dulce al dirigirse hacia el azabache contrario.

El de hebras oscuras y alborotadas no sabía como iniciar aquella conversación sin sentirse incómodo por la manera nada amable de dirigirse Mikey hacia el pelirrojo, pero con un pequeño suspiro de su parte fue suficiente para tantear el terreno.

⎯  Mikey-kun él es Akkun, mi mejor amigo... No nos vemos desde hace doce años ⎯  rió con nerviosismo por lo último, Mikey asintió ante eso. ⎯  Akkun, él es Mikey-kun, es mi...

Mikey prosiguió a interrumpir a Takemichi con sumo cuidado, presentándose a sí mismo⎯  Esposo, su futuro esposo.

Takemichi jadeo de una forma para nada disimulada para así, debido a la sorpresa comenzó a negar lo dicho con sus manos mientras que su tartamudeo no se hizo esperar.

⎯  E-Eso n-no... T-Tú... ¡Mikey-kun!

El más bajo sonrió con suma burla, dichoso por la forma adorable del actuar de Takemichi y mostrándose orgulloso de sus palabras. Mientras Takemichi regañaba a Mikey y esté no mostraba arrepentimiento alguno por lo dicho, Akkun soltó una risa, llamando la atención de la no-pareja.

⎯  ¿De qué te ries? ⎯  preguntó Mikey frunciendo el ceño.

Akkun se limpió sin lograrlo una lágrima que surgió de su ojo izquierdo debido a la risa anterior. ⎯  No es nada.

Mikey entrecerró los ojos sin despegar su mirada del pelirrojo, para nada convencido de su respuesta. Sintió por unos instantes que él se estaba burlando del intercambio.

⎯  Viendo que ahora estás acompañado, me iré.

⎯  ¿Seguro? ¿No quieres venir con nosotros? ⎯  preguntó Takemichi preocupado, Mikey por otro lado negaba infantilmente. No planeaba dejar que ese tal "Akkun" entrara a su casa.

Akkun entendió fácilmente el mensaje de Mikey ⎯  Estoy bien, hablamos después ⎯  con su mano derecha acarició rápidamente la melena oscura de Takemichi divertido. ⎯  Salgamos luego, tienes muchas cosas que contarme

El azabache asintió ante lo dicho por su amigo, para después mostrarle una sonrisa grande y expresar lo mucho que le alegró su breve presencia.

⎯  Tenlo por hecho

⎯  Ta-ke-mit-chy~ ⎯  expresó Mikey con insistencia para así pegarse como chicle a su costado y rodear con recelo el cuerpo contrario. ⎯  Se enfriaran las palomitas que dejé en casa...

Un latido fuerte resonó dentro de Takemichi al desviar su mirada hacia Mikey y encontrarse con su rostro tan cerca del suyo, dejando a relucir su mohín tierno.

Un día de estos, Mikey matará a Takemichi de un paro al corazón. Estaba muy seguro de eso.

⎯  C-Claro Mikey-kun... ¡Adiós Akkun, saluda a los demás de mi parte!

Akkun asintió ante lo dicho, aceptando la despedida rápida se retiró del lugar a paso lento. Y por el lado del par, Mikey jaló sin mucho esfuerzo a Takemichi del brazo dispuesto a irse de allí rápidamente, y el azabache se dejó llevar con el sentimiento palpable en todo su sistema. Mientras Takemichi le comentaba sobre su día a Mikey, esté se encontraba asintiendo al mismo tiempo que desviaba su mirada hacia atrás. Justamente por la dirección que el pelirrojo se perdió de vista al cruzar la calle y desaparecer al desviarse hacia la siguiente cuadra de la zona.

Mikey con un sentimiento que no supo identificar se aferró al agarre que tenía sobre Takemichi sin despegar su mirada de allí.

Había algo en ese chico que le generaba un mal presentimiento.

Pero, dejando esa idea de lado, solo se dedicó a prestarle toda la atención que podía a su Takemitchy en lo que restaba de la tarde.

Pero, dejando esa idea de lado, solo se dedicó a prestarle toda la atención que podía a su Takemitchy en lo que restaba de la tarde

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Llamada Entrante | MiTakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora