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SCOTT ESTABA visiblemente peor después de un rato todavía atrapados en el mismo tedioso embotellamiento, respirando lentamente y su cabeza manteniéndose contra el cristal de la ventana.
—Jared, te lo advierto. Soy un vomitador empático. Si vomitas, te vomito encima. Y eso será sumamente asqueroso —le dijo al mareado chico con anteojos sentado junto a la ventana.
—Por favor, no hable de vomitar. No es bueno —dijo el chico.
—Podría vomitarte encima solo para aclarar mi punto —continuó.
—No es bueno. No es bueno.
—El resto, no crean que nos perderemos esta reunión por un ligero embotellamiento, una alerta de tornado o por Jared. Vamos a asistir. ¡Nada nos detendrá! —exclamó—. ¡Stilinski, baja la mano! —gritó hacia la parte trasera del autobús.
—Hay una salida para comidas a 1 kilometro. Si paramos, quizás el tráfico...
—No vamos a parar.
—Bien, pero si paramos...
— ¡Stilinski! —Sopló su silbato—. ¡Cállate! ¡En serio! ¡Es un autobús pequeño! ¡Deja de hacerme preguntas!
—Lo odio —se quejó el pálido—. ¿Llamaste a Deaton? —le preguntó a Scott.
—Sigue enviándome al buzón.
Stilinski tronó la lengua.
—Ya basta. Llamaré a las chicas.
— ¿Cómo van a ayudarnos? Están en Beacon Hills —dijo el moreno ilusamente.
Allen se rió, mirándolo burlón.
— ¿Qué? ¿Realmente no te has dado cuenta de que han estado siguiéndonos durante horas? —le preguntó, viendo a su hermano llevándose el celular al oído.
Scott frunció el ceño, mirando a Jackson en busca de una confirmación y viendo como sacudía la cabeza de arriba abajo. Vaya.
🌙
Lydia soltó un chillido alarmado cuando vio el nombre de su cuñado apareciendo en la pantalla de su celular mientras el sonido estridente despertó a Abby de la siesta que había decidido tomar al estar atascadas en el embotellamiento, deslizó su dedo por la pantalla para responder, llevándose el aparato al oído.
—Hola, Stiles —saludó nerviosa—. ¿Cómo estás? Nosotras estamos a punto de entrar a ver una película, ya sabes, con las palomitas de maíz, los dulces y...
—Sé que están siguiéndonos —la cortó su cuñado—. Ponme en altavoz.
—De acuerdo —farfulló y presionó el altavoz, echándose hacia adelante para acercar el celular hacia Abby y Allison, sentadas en el frente. A su lado, Andrea se inclinó para oír claramente también.
