| tres suicidios más.
LA NOCHE ya había caído para cuando el autobús se detuvo en un motel a un costado de la carretera, el entrenador ordenándoles a todos tomar sus cosas y bajar mientras él hablaba con el personal. Nadie pudo evitar la mueca de incomodidad en sus rostros al observar el feo establecimiento, esperando que se tratara de una broma de pésimo gusto del entrenador.
—He visto peores —comentó Scott en un intento por ser positivo, la bolsa deportiva con sus cosas colgando de su hombro derecho.
—También yo —lo siguió Andrea, de pie a su lado.
— ¿Dónde han visto algo peor? —les preguntó Stiles escépticamente, echándoles una mirada incrédula.
—El departamento en el cual solía vivir con Ollie y mi mamá en Los Ángeles. Ese lugar sí que era una basura —silbó la chica, sacudiendo la cabeza.
El entrenador sopló su silbato, llamando la atención de todos.
—Todos, préstenme atención. La reunión se postergó para el día de mañana. Este es el motel más cercano con más disponibilidad y menos buen criterio a la hora de aceptar a unos degenerados como ustedes. Formen parejas. Elijan bien —indicó, mostrando las llaves de las habitaciones. Todos comenzaron a unirse a otra persona para después tomar una llave e ir a las escaleras—. Y no quiero que realicen perversiones sexuales, depravados. ¿Entienden? ¡Guarden sus sucias manos para ustedes! —exclamó.
— ¿Chicas? —preguntó Allison cuando vio a Abby y Lydia quietas en el mismo lugar y sin intenciones de moverse, las miradas de ambas clavadas en el letrero neón donde el nombre del motel estaba escrito y cuyas luces parpadeaban.
—No me gusta este lugar —contestó Lydia.
—Ni a mí —le siguió Abby.
—Creo que no les gusta ni a los dueños de este lugar —bromeó Argent en un intento de hacerlas reír.
—Solamente es una noche, ¿bien? —les dijo Andrea, acercándose para tomar la mano de Abby y arrastrarla a la que sería su habitación.
—Pueden suceder muchas cosas en una noche —dijo Lydia sombríamente para luego seguir sus pasos.
🌙
Jackson nunca había sentido tantas ganas de asesinar a una persona ni siquiera bajo el efecto de la luna llena como cuando vio a Danny sujetar la manga de Allen y tirar de él para que fuera su pareja esa noche, arrojando a la vez al estúpido gemelo hacia él para que durmieran juntos.
Arrojó sus cosas sobre la cama ubicada cerca de la puerta en cuanto estuvo adentro de la horrible habitación, metiéndose al baño para mojarse la cara y sacarse de encima un poco de la horrible sensación de cansancio que tenía desde hace rato. Ethan torció la boca en una mueca al entrar detrás de él, notando su actitud hostil.
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madness | #2 | teen wolf
FanfictionEn donde la locura azota Beacon Hills. | TEMPORADA 3 |