Capítulo X

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Notita en el inicio: Ojito con lo que narro sobre Narcissa,
es importante para el siguiente cap

Navidad con "N" de "Nerviosa por conocer a los suegros"

Hemet Burke

—¿Tienes todo? —me preguntó Lia.

Asentí.

—Sí, está todo empacado.

—Bien, en ese caso... suerte —dijo emocionada—. Ah... crecen tan rápido —dijo mientras se limpiaba una lágrima falsa.

—Lia —me reí.

—No me juzgues, siento que fue ayer cuando nos chocamos en el tren. Parecías un conejito asustado —me dijo.

—Bien, mamá... —me burlé—. Draco me debe de estar esperando.

Agarré mi baúl y la jaula de Calabaza con ayuda de Lia.

(...)

—No estés nerviosa. Sé que ella te amará —dijo Draco tratando de tranquilizarme.

—No sé sí eso debería calmarme... tal vez tampoco le caigo bien a tu papá —dije muy nerviosa.

—Mi papá... es más duro de tratar... pero de seguro que mamá lo convence. Tranquila, pequeño girasol, estaremos bien. Nadie se interpondrá entre nosotros —me sonrió.

Correspondí su sonrisa.

—Relájate, girasol —repitió.

Suspiré.

—Lo intentaré... 

(...)

Sentí que alguien me sacudía levemente.

Abrí mis ojos de manera lenta, pues quería seguir durmiendo.

De pronto sentí unos labios en mi mejilla.

—Girasol, despierta, estamos por llegar —decía una voz.

Supuse que era Draco.

—¿Uh? —dije con sueño.

—Ya casi llegamos a la estación —dijo—. Si gustas puedes seguir durmiendo, no me molestaría llevarte en brazos —comentó con una sonrisa.

Rápidamente me desperté.

—Oh, no, no, no... ¿Qué impresión tendrán tus padres si me ven así? Voy al baño —dije mientras salía y escuchaba la risa de Draco.

Caminé por el tren hasta llegar al final del vagón en donde estaba el baño. Ingresé y fui directamente al lavado donde me mojé el rostro. Con la poca agua que quedó en mis manos, acomodé mi cabello.

Respiré profundamente y salí del baño para regresar a mi compartimiento. Al regresar vi que Draco estaba dándole de comer a nuestro hijo.

—Ya estoy —anuncié.

Draco se giró a verme y me sonrió.

—Siempre estás perfecta, girasol —me halagó y me sonrojé.

En pocos minutos llegaríamos a la estación.

(...)

Estaba parada con Draco en la estación, al parecer, aún no llegaban sus padres. Llevaba la jaula de Calabaza y un bolso. Mientras que él llevaba su equipaje y el mío.

Amortentia | D.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora