Resurrección en Percy Jackson (PAUSADA)

Envenenado

Cada capitán de su respectiva cabaña estaba sentado en una larga mesa de madera.

- Enserio no quiero estar aquí - Le murmuré a Annabeth por el olor a putrefacción.

- Solo aguanta en silencio, como un hombre - Me ordenó mirándome con esos ojos...

Sentí que me derretía ante sus ojos, lo que hizo que olvidará temporalmente el horrendo olor.

Es tan linda...

Sus ojos se fijaron en mi.

- Deja de mirarme así - Pidió un poco sonrojada.

"Me muero..." Pensé por la ternura que me dio.

Deje de mirarla y comencé a escuchar de lo que hablaban en la mesa.

Otro hijo de Poseidón.

Las plagas se expanden por los 7 mares.

Dejando eso de lado había algo que parecía preocupar a los semidioses y al parecer era tan importante que incluso el ausente director del campamento apareció.

- El árbol de Thalia... ha sido envenenado - Dijo causando que todos los semidioses tuvieran una expresión de horror.

Estaba por hablar con Annabeth pero su rostro me hizo retroceder.

Aún más aterradora que la muerte misma su rostro reflejaba una furia y molestia sin par.

- ¿Que es ese Árbol? - Pregunté confundido.

Annabeth me miro y hablo.

- Te lo diré después - Murmuró.

Tsk, no me dejes con la tensión.

Suspire pero note un poco de tristeza en sus palabras por lo que solo cedi.

- Como ya saben el árbol de Thalia protege a los semidioses del campamento, teniendo eso en cuenta nuestra prioridad es conseguir una manera de curarlo - Dijo Chiron mirando al líder de la cabaña de Apolo.

- Bueno... curarlo no es imposible... pero el veneno usado es muy difícil de eliminar - Dijo con mucha urgencia.

- Pero... - Inquirió saber Annabeth con preocupación.

- Nada, eso es todo, es posible que el árbol muera antes de que podamos hacer el antídoto - Dijo Lee con una mirada sombría.

- ¡Debe haber una forma! - Dijo Annabeth.

Todos guardaron silencio sabiendo que era poco probable que el árbol se salvará.

- ¿Y el vellocino de oro? - Pregunté mirándolos con cierta confusión.

Todos me miraron sorprendidos.

- Bueno... no es que no funcionará pero no lo tenemos - Dijo Lee pensandolo un poco.

- ¿Por qué no lo van a buscar y listo? - Pregunté ladeando la cabeza.

Todos me miraron como si nunca lo hubieran pensado o como si lo hubieran intentado y fallado de manera horrible.

Mire a Annabeth en búsqueda de apoyo pero solo me miraba con un rostro brillante.

- ¡Cierto, podemos buscar el vellocino! Es nuestra mejor opción - Dijo la niña.

- La única - Corrigió Chiron.

Toque mi frente y suspire.

- ¿No tienen una pista de donde está? - Pregunté un poco decepcionado de esta gente.

- Si, ciertamente los sátiros pueden oler el vellocino - Dijo Chiron dándome un poco de esperanza.

Tome los hombros de Annabeth por detrás y murmuré a su oído.