El Jabalí de Erimanto

327 35 0
                                    

El tren se detuvo, cuando bajamos vi un cartel que decía «Bienvenidos a Cloudcroft, Nuevo México». Esperaba poder estar tranquilo para comprar cosas y buscar indicaciones. Llegamos a Main Street, que quedaba a un kilómetro de las vías del tren.

Nos detuvimos en el centro del pueblo. Desde allí se veía casi todo: una escuela, un puñado de tiendas para turistas y una cafetería, algunas cabañas de esquí y una tienda de comestibles.

- Que frío - Dije soplando mis manos para calentarlas.

Thalia miro los alrededores y se quejo con una voz llena de sarcasmo.

- Excelente, ni estaciones autobuses o taxis - Dijo con un suspiro.

- ¡Hay una cafetería! - Dijo Grover emocionado.

- Un café nos vendría bien - Dijo Zoé asintiendo.

- Ustedes vayan a comprar algo para desayunar - Dijo Thalia con un suspiro al escuchar a Grover hablar sobre que podrían comer - Percy, Bianca y yo iremos a la tienda de comestibles a ver si obtengo alguna información - Dijo aunque su voz no reflejaba mucha esperanza.

- ¿Y yo? - Pregunte haciendo que la niña me mirase con cierta emoción que no llegue a comprender.

- Tu... puedes quedarte aquí y esperar... - Dijo aunque ni siquiera me miro.

- Si tu lo dices - Dije aunque me sentía un poco confundido.

***

Me quede allí sentado en una banca mirando el cielo.

Sentía la luna inútil y sin brillo alguno.

Un aroma salvaje apareció mientras se volvía más y más fuerte.

- ¡Hey! - Dijo una estruendosa voz que me saco de mi transe.

- ¿Qué pasa? - Le pregunte a Thalia con calma.

- ¡Solo obedeceme y corre! - Dijo haciendo que suspirara y les siguiera mientras corrían como si se les fuera la vida en ello.

Comenzamos a correr hasta llegar a las afuera del pueblo, allí los hombre grises de Atlas nos alcanzaron.

Suspire mirando a los niños-

Los hombres grises nos habían rodeado. Thalia estaba bastante tranquila mirando con agudeza a cada uno de los hombre.

- Son doce y nosotros cinco... - Dijo sin siquiera contar a Grover que ya había recuperado la conciencia.

Los niños se prepararon pero Thalia se acerco a mi y murmuro.

- Tu encárgate de 8 - Indico como si fuera algo que yo pudiera hacer.

Suspire mientras pensaba un poco.

- Bien - Dije finalmente mientras una chispa negra aparecía en mi ojo.

Oh, ese aroma seguia acercándose cada vez más rápido.

Percy llevaba a Grover a rastras este estaba inconsciente. Posiblemente nos alcanzaron por llevarlo a rastras.

Quería matarlos a todos pero no tengo la precisión necesaria para distinguir a amigos o enemigos.

Los niños se defendieron cuando los guardias los atacaron, Percy sorprendentemente desvió una bala y por su parte... Bianca... me sorprendió, saco la daga de metal bronce celestial y apuñalo a uno de los guardias.

El poder de aquel que rige en sobre los muertos estaba concentrado allí, el guardia se volvió polvo causando la sorpresa de cada uno de los presentes.

Cerré los ojos y desenfunde el cuchillo en mi cintura con molestia.

¿Era así de simple?

Pensar que la niña lo conseguiría antes que yo.

El metal de m cuchillo se torno purpura mientas la esencia del inframundo salía desprendida del arma.

Acuchille a unos de los zombie y se incendio quedando solo ceniza.

Oh...

"Que sueño" Pensé mientras perdía levemente el equilibrio.

Pero por suerte ese aroma salvaje ya nos había alcanzado cubriendo incluso el olor de los semidioses. Grover se desperro súbitamente diciendo una simple frase "Se acerca".

Entre los arboles un gran cerdo salió embistiendo sin contemplar y llevándose con ello a los hombre grises.

Sonreí un poco aliviado ya que me estaba preocupando un poco por los niños.

Con que el Jabalí de Erimanto.

- En buen momento Pan - Murmure reconociendo levemente esta sensación.

Pero la mirada del jabalí dejaba claro que el no distinguía entre amigos o enemigos.

Es jabalí comenzó a perseguirnos causando que realmente me irritara.

- ¡Quiere matarnos! - Nos grito Thalia mientras comenzaba a correr.

- Obviamente, es salvaje - Dijo Grover como si fuera obvio.

- ¿Dónde esta la bendición en eso? - Pregunto Bianca mirando hacia atrás con cierto miedo.

Parecía una buena pregunta, pero al parecer el cerdo se sintió ofendido, pues cargó contra ella. Por suerte, era más rápida de lo que yo creía: rodó para eludirlas pezuñas y reapareció detrás de la bestia, que atacó con sus colmillos y pulverizó el cartel de «BIENVENIDOS A CLOUDCROFT».

Sentí que tenia sueño por lo que solamente me quite del camino y mire como con mucho esfuerzo Thalia y Percy lograban jugar con el animal haciendo algo raro, snowboarding creo que se llama.

Toque mi frente pensando en que no era momento para que jugaran tan tranquilos.

Suspire pero por alguna razón me sentía un poco feliz de que siguieran siendo tan despreocupados, poco tardaron los demás en juntarse con ellos.

Baje hacia ellos con cuidado mientras escuchaba hablar de como seria un transporte útil.

Zoë y Bianca caminaron hacia el jabalí.

- Una cosa. ¿Tú entiendes a qué se refiere Grover con lo de esa bendición salvaje? - Le pregunto Percy a Zoé.

- Desde luego. ¿No lo has notado en el viento? Era muy fuerte... Creía que no volvería a sentir esa presencia.

- ¿Qué presencia? - Pregunto Percy confundido.

Ella lo miró como si fuese idiota.

- El señor de la vida salvaje, por supuesto. Por un instante, cuando ha aparecido el jabalí, he sentido la presencia de Pan - Dijo haciendo que Percy mirara a Grover con cierta satisfación.

"¿Realmente lo reconoció solo por eso?" Pensé aunque rápidamente recordé que Pan fue el encargado de darle los perros de caza a Artemisa.

****

Resurrección en Percy Jackson (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora