Parte 12: Fiesta

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Lan Zhan, Lan Zhan, ¿me acompañarás a la boda de mi Shijie, verdad?

—Mnm.

Fue hace dos meses que Wei Ying le preguntó aquello, realmente pensó que estarían juntos ese día, viendo a Jiang Yanli casarse con el pavo real, pero desde que el tío de Lan Zhan había llegado, nada pudo volver a ser igual. Dos semanas eran ya desde que ese señor vino a amargar sus vidas.

Ahora, un sábado a medio día, Wei Ying se encontraba con un traje formal, listo para la celebración, a su lado Jiang Cheng se arreglaba su corbata.

Había llegado el día en que su hermana se iría de casa y haría su propia familia.

—¿El menor de los Lan no vendrá? —preguntó Jiang Cheng, aún mirándose al espejo, posando de vez en cuando.

—Creo que no... —sonrió apenas, quitándose una pelusa inexistente de su traje.

—¿No? Ese estúpido.

—Jiang Cheng... no es su culpa.

—¡Ja! Yo me escaparía de ser necesario.

Wei Ying hizo un puchero ante su comentario y bajó la mirada. —No estás ayudando a que me sienta mejor.

—No es ese mi propósito, quiero que abras los ojos de una vez.

¿Abrir mis ojos a qué? Se preguntó, Lan Zhan lo ama tanto como él, a pesar de ya no verse más que en el colegio a la hora del receso, eso no hace que su amor se desvanezca tan fácilmente.

—¿Qué tanto hacen? ¡Hora de irnos! —gritó la señora Yu al mismo tiempo que golpeaba la puerta de la habitación con insistencia, salieron luego de escucharla y en unos cuantos minutos entre el viaje hacia la boda y los consejos a Shijie, ya se encontraron en la ceremonia.

Yanli lucía hermosa en su vestido de bodas, aún más con su sonrisa realmente feliz mientras miraba a quién sería su compañero de vida. Se tomaron de las manos, el pavo real parecía desmayarse en cualquier momento, aún así los dos dieron sus votos, sus juramentos y luego de algunas otras palabras, eran declarados marido y mujer.

Jiang Cheng sorbió los mocos de su nariz con disimulo, pero sus lágrimas avergonzadas y conmovidas seguían ahí. Wei Ying sonrió y le dio una palmada en su hombro, recibiendo un reproche. Él tampoco se encontraba mejor, su Shijie se iba de la casa y sabía que la extrañaría un montón.

El festejo duró hasta la noche, habían bailado, comido y tomado en todo ese tiempo. Daban las siete en punto, los invitados seguían en la fiesta, más Yanli y el pavo ya se habían despedido, Jiang Cheng conversaba amenamente con el hermano de Jin Zixuan, Jin Guangyao, y el tío Jiang junto a su esposa hablaban igualmente con los padres del novio. Wei Ying se había desconectado hace mucho de la divertida charla entre Jin Guangyao y Jiang Cheng, estos dos ya estaban un poco mareados y picados por el alcohol; cumplidos los dieciocho años, no les importó tomar lo que quisieran. Wei Ying continuaba siendo el que los escuchaba, o ni siquiera eso. Poco después él también se unió a beber con ellos, tomando a grandes cantidades y retando a los demás a hacer lo mismo.

Nie Huaisang también se encontraba en la fiesta, pero se mantenía en una esquina mirando todo desde allí. Wei Ying caminó hacia él con la  idea de molestarlo e incitar a que tomara con ellos, pero este terminaba negándose por temor a su hermano.

—¡Huaisaaaang!, tú hermano ni siquiera está aquí. —lo tomó del hombro, llevándolo a rastras hacia los demás.

—Volverá pronto, sólo fue a dejar a nuestro padre en casa.

—Solo un poco, estás muy tenso, es una boda, no un funeral.

—Bueno... —lo pensó por un momento. —Está bien, dame una copa.

Amarte hasta el final de mi vida (WangXian) - AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora