Amarte hasta el final de mi vida (WangXian) - AU

Parte 17: Locuras

Llegó el momento en que Lan Zhan lo vería con su cabello corto y no podía evitar sentirse algo ansioso por como sería su reacción, Shijie le había dicho que estaba perfecto cuando le mandó una foto suya con su "nuevo look" y hasta Jiang Cheng dijo que estaba bien, entonces, ¿por qué aún no se convencía?

Pasó varias veces sus manos por su cabello tratando de que se viera impecable, incluso se miró a través de la ventana de una casa cuando pasaba rumbo al colegio.

A unos pasos de la entrada, volvió a pasar sus manos por su cabello, Jiang Cheng al verlo rodó los ojos y resopló.

—Si sigues así voy a pensar que eres una réplica de Jin Zixuan.

—Ay, cállate. —le reprochó.

—Solo digo lo que veo, pavo real número dos.

—¡Jiang Cheng!

Ingresaron al colegio y mientras caminaban, la mirada de Wei Ying se movía hacia todos los lugares donde Lan Zhan solía frecuentar, no fue tanto trabajo el encontrarlo, él estaba dándole la espalda, conversando con alguien aparentemente. Wei Ying sonrió al verlo.

—Me iré al curso antes de vomitar. —murmuró Jiang Cheng y con pasos rápidos se fue en otra dirección.

Wei Ying en cambio se apresuró a ir con Lan Zhan, tratando de acercarse de manera silenciosa para abrazarlo por la espalda a modo de sorpresa. Sin embargo, no resultó como él quería, ya que Lan Zhan se volteó justo cuando iba a envolver sus brazos a su alrededor, por lo que quedó con su cabeza enterrada en medio del pecho y cuello de su novio. A pesar de eso sonrió porque había logrado su cometido; Lan Zhan estaba en sus brazos.

—¡Lan gege! Quería sorprenderte... ¡Buenos días mi querido Lan Zhan!

—Mnm, buen día Wei Ying. —dijo él, estrechándolo en sus brazos de igual manera.

—Aiyah, tan frío Lan Zhan, me congelas. —se quejó en broma, haciendo un puchero que rápidamente fue reemplazado por una juguetona sonrisa. Aún no despegaba su cabeza de su pecho, ya que se sentía tan bien cuando estaba en sus brazos, más cuando el perfume que llevaba hacía que suspirara sonoramente al olerlo. Lan Zhan siempre olía tan bien, su aroma nunca cambió desde que lo conoció.

—Amor mío. —soltó Lan Zhan inesperadamente. —Mi Wei Ying.

El rostro de Wei Ying se calentó apenas lo dijo, sentía como su rostro enrojecía a medida que su corazón latía emocionado.

—¡Lan Zhan! ¡Te dije que tienes que avisarme! —le reclamó, mirando sus ojos por primera vez en ese día. Lan Zhan lo miró de igual manera y sonrió un poco, para luego con una de sus manos acariciar su cabello tiernamente. —Oh... —entonces Wei Ying cayó en cuenta de que su objetivo principal era que Lan Zhan viera su cambio y que opinara al respecto. Apartándose un poco más, sonrió brillantemente aunque sus ojos se dirigieron a sus zapatos. —¿Te gusta? —preguntó, aún sin verle a la cara.

—Mnm, estás hermoso como siempre.

Sonrió satisfecho, moviendo su pie y formando un círculo en el suelo. Era como un hábito que se daba cuando se avergonzaba.

—¿Lo dices en serio? Fue de improvisto, la verdad ni yo pensaba cortar mi cabello.

—¿Qué quieres decir?

—Oh, nada, solo fue una locura y un poco de impulsividad lo que me hizo que ahora me vea así. —sonrió, rascándose la nuca al mismo tiempo. —Pero me veo hermoso, ¿verdad que sí, Gege? —le guiñó un ojo coquetamente.

Lan Zhan no dijo nada, solo tomó su mano y lo llevó con él, a medida que avanzaban por el instituto Wei Ying se daba cuenta de a dónde se dirigían; el pasillo abandonado. Llegaron ahí en cuestión de segundos y sin más demoras,  Lan Zhan lo besó apenas doblaron la esquina.

—¿Me veo tan bien que no te resististe a besarme? Debemos ir a clases, faltan pocos minutos.

—Mnm. —negó con su cabeza y volvió a besarlo.

—Oh, Lan Zhan, ¿será que quieres fugarte conmigo?

Negó con su cabeza. —Tío sería informado.

—Lo sé, lo sé, ¿entonces regresamos? —preguntó, tomando su mano para ir a sus respectivas aulas, pero Lan Zhan no se movió. —¿Huh? ¿qué pasa?

—Quédate un poco más.

Wei Ying se sorprendió por su petición, pero se acercó a él y lo abrazó, Lan Zhan también lo hizo, acariciando su cabeza con una mano y con la otra, su espalda. Suspiró por lo bien que se sentía esta así con Lan Zhan y es que era tan cálida y envolvente la forma en que lo hacía sentir tan bien, tan querido, tan preciado.

Antes de separarse, Lan Zhan le dio un beso en su frente y otro en los labios, justo en ese momento el timbre del inicio de clases sonó y sin remedio, tuvieron que ir a sus salones.

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Jiang Cheng rodó los ojos por quinta vez en ese día.

—¡Acompáñame por favor, este es un caso de vida o muerte!

—Para ti siempre es un caso de vida o muerte cuando se trata de ese Lan. —reprochó él.

—Jiang Cheng, por favor, ¡te regalaré el póster de Liu Haikuan!

—¡Tsk! ¿Qué te hace pensar que con un póster me vas a sobornar?

—Es que es tu idol preferido. —se quejó Wei Ying al verlo ignorarlo. —¡Dos pósters!

Jiang Cheng lo miró y volvió a rodar los ojos, suspirando cansado. —Te acompañaré, ya deja de lloriquear.

Wei Ying aplaudió silenciosamente y sonrió por lograr lo imposible; que Jiang Cheng lo acompañara a comprar un regalo para Lan Zhan.

—¡Yeh! Jiang Cheng eres el mejor her-¡ay!

Una almohada fue lanzada en su rostro.

—Si sigues sonriendo de esa manera, no te acompañaré ni a la esquina.

Poco después, ya se encontraban en un centro comercial viendo en todas las tiendas algo que lo convenciera. Era una gran búsqueda, Jiang Cheng a su lado comenzaba a desesperarse por verlo no decidirse por nada. Entonces entraron a una tienda, dónde habían peluches, globos, cajitas musicales y más cosas así por el estilo.

Recorrió los pasillos arrastrando a Jiang Cheng que refunfuñaba cada vez más. Hasta él mismo comenzaba a preocuparse por el hecho de no encontrar algo que en realidad quisiera comprar.

—Esto es más complicado de lo que pensaba. —murmuró, tomando entre sus manos una caja musical.

—Solo escoje algo de una vez.

—No, tiene que ser algo especial.

Una tercera voz se unió a su conversación, era la dueña de la tienda. —¿Buscan algo en particular? —preguntó.

—Mnm, ¿tiene algo que sea hermoso y significativo?

—Oh, depende muchacho, ¿tal vez un collar?

Wei Ying lo pensó por un momento y entonces se le ocurrió un idea. —¡Sí! Un collar, pero, ¿sabe donde hacen collares personalizados?

La señora sonrió y asintió. —Aquí los hacemos.

—¡Oh! ¿Oíste Jiang Cheng? ¡Aquí los hacen!

—Que ridiculez.

Wei Ying ignoró su comentario con una mueca y siguió hablando con la señora, ella le ayudó dándole sugerencias sobre el diseño que escogería, material, entre otras cosas. Ella dijo que al siguiente día ya tendría aquel regalo en sus manos.

Salieron de la tienda luego de pagar una parte por adelantado y mientras caminaban, Jiang Cheng comenzó a hablar.

—Te has gastado casi todos tus ahorros en esas cosas.

—No me arrepiento. —le dijo. —No soy bueno con el uso que le doy al dinero, pero logré ahorrar un poco y lo invertí en esos dos collares.

Esperaba darle aquel regalo a Lan Zhan antes de que se fuera al extranjero, así siempre llevará una parte de él consigo.