Parte 43: Verdades

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Había notado que Lan Zhan comía menos de lo que acostumbraba, a veces se disculpaba cuando ya no podía aceptar otro bocado. En un momento dado pensé que estaba haciendo dieta, pero luego comenzó a preocuparme cuando sufría de problemas estomacales, por lo que dejé de añadir condimentos a la comida a pesar de que él se había negado y había dicho que mi comida no era la razón y que su estómago era el que resentía todo.

—Amor, ¿te duele mucho? —pregunté, él no asintió ni negó, pero el agarre en su estómago era suficiente para saber que aquella molestia era grande. —¿Necesitas alguna pastilla?, ¿agua?, ¿té?, ¿un masaje? Vamos, dime. 

Nos encontrábamos sentados en el suelo, porque de repente un retorcijón había atacado a Lan Zhan, haciéndolo encorvarse. Yo por supuesto me agaché a su lado, preocupado y ansioso por hacer algo que calme su dolor. 

—Estoy bien, ya pasará. 

—¿Seguro? Haré un té para ti, ¿de acuerdo? Tú ve a la habitación y acuéstate, subo en seguida, ¿o te ayudo? Vamos, voy contigo. —traté de levantarlo sosteniendo su brazo. 

—Wei Ying, no. 

—Oh, Lan Zhan, no seas terco, vamos, yo-

—He dicho que no. —se soltó de mi agarre y se levantó, mirándome de reojo. —No es necesario, puedo subir solo. 

Mi sonrisa flaqueó pero luego me repuse, sonriendo y asintiendo. —Bien, entonces haré tu té, espérame arriba.

Él caminó a paso lento fuera de la sala, subiendo los escalones hacia el dormitorio. 

Cuando el agua hirvió junto con las hierbas medicinales, subí con una taza caliente. Al llegar hasta Lan Zhan me di cuenta que ya se había dormido. No sabía si despertarlo o dejarlo descansar, por lo que suspiré y dejé la taza en la mesita de noche, no quería perturbar su sueño. 

Al ya estar con pijama, tan solo decidí subirme a la cama y abrazarlo por la espalda delicadamente. Froté las yemas de mis dedos en la boca de su estómago, queriendo hacer un masaje. De pronto, una mano suya se posó en la mía, sorprendiéndome un poco y haciendo que pare mis movimientos. Segundos después, se oyó un suspiro de su parte y lentamente se dio la vuelta hasta quedar frente a mí. Se tomó unos segundos viéndome a los ojos y yo sonriéndole tranquilo, él me acercó más a sí mismo, dejando que mi cabeza se acomodara cerca de la curva de su cuello y nos quedamos así por un largo tiempo. Aún estando abrazados Lan Zhan se separó tan sólo un poco para poder besar mi frente con cariño y entonces comenzar a hablar. 

—Lo siento. —susurró. —Querías ayudarme y yo reaccioné mal. 

—Está bien, no te preocupes. ¿Ya te sientes mejor? 

—Sí.

—Que bueno. —susurré de vuelta, sintiéndome más tranquilo. Me levanté hacia la mesita. —El té debe estar caliente aún, así que tómalo y luego dormimos. 

—Mnm. 

Así lo hizo, vació la taza y vino a acurrucarse en seguida a mi lado. Apagué las luces y cuando toda la habitación quedó en silencio y a oscuras, nos besamos hasta quedarnos dormidos. 


Dada las ocho de la mañana en punto, recibí una llamada del hospital. Al contestar me di cuenta de que era la doctora con los resultados de los exámenes, ella me pidió que viniera lo antes posible para hablar sobre estos. Sin embargo, no podía abandonar mi trabajo en ese momento, por lo que esperé a que las clases terminaran para poder ir hacia el hospital. 

Amarte hasta el final de mi vida (WangXian) - AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora