¿Qué hace una persona que apenas se ha graduado? Exacto, buscar trabajo.
Las hojas de vida fueron impresas varias veces hasta tener las suficientes, papeles por allí y allá, Wei Ying trataba de organizar carpetas para ofrecerlas en muchos lugares de la ciudad. No importaba que trabajo fuera, necesitaba uno.
Jiang Cheng había logrado entrar en un buffet de abogados como aprendiz y ayudante, Huaisang, en cambio, había sido contratado por su propio hermano en la compañía donde era jefe. Por el contrario, Wei Ying aún batalla a todos los días por conseguir un trabajo, ya no importaba si era de mesero, de repartidor o limpia vidrios, necesitaba dinero para mantener el alquiler de un pequeño departamento que había conseguido luego de graduarse. Jiang Cheng lo había ayudado con el pago los primeros meses, pero no se sentía bien aceptando que él lo pagara, es por ello que, aunque se le fuera todo el día yendo de lugar en lugar buscando un vacante, no importaba casi nada.
—Lo siento, A-Lu, no podremos vernos hoy, lo lamento.
—¿Vas a plantarme? Esto no era lo que acordamos.
—Te prometo que iremos a cenar el fin de semana.
—Espero que sea así, últimamente no tienes tiempo para mí.
—Lo siento.
Wang Lu es el nombre de la novia de Wei Ying, la conoció en la universidad. Es realmente bella, aunque su carácter no es el mejor. Fue su amiga durante muchos meses hasta que ella confesó sus sentimientos hacia él, al principio la rechazó, ya que en toda su vida no había tenido pareja, o eso es lo que asumía al no tener ningún recuerdo de alguien a su lado. Una semana después acabó aceptando salir con ella, puesto que no perdía nada estando en una relación con ella, a veces pensaba que su decisión nunca fue tomada con el corazón y que lo había hecho por sentirse solo, a veces esa era la verdad. Se le hacía muy extraño el no poder llegar a amarla, pero suponía que dependía del tiempo, que quizás luego la amaría. Ese fue el pensamiento que siempre tenía en su mente, que al final el amor surgía luego, que no hay amores como los de las películas, tan solo hay que acostumbrarse a un ser que has elegido para que esté a tu lado y esperar a amarlo luego.
Muy a pesar de eso, lograron estar juntos seis meses.
Cortó la llamada y suspiró mientras se acostaba un momento en la cama. El silencio abundaba, hasta podía escuchar su propia respiración, todo se sentía tan vacío. Negó con la cabeza, siempre que pensaba en el vacío que sentía por alguna razón terminaba con lágrimas en sus ojos y un dolor atacando su cabeza. Se levantó y preparó cada una de las carpetas y las puso en su mochila, decidido a salir del departamento; dispuesto a encontrar un trabajo cueste lo que cueste.
Recorrió la ciudad, entregando cada carpeta hasta que solamente tuvo una en sus manos. El sol resplandecía al medio día cuando por fin se detuvo a descansar, sentado en una banca con la carpeta usada como ventilador.
—Aiyah, por favor que esta vez me llamen. —susurró, mirando a través de las hojas del árbol que le cubría, el sol y las nubes que se movían lentamente en el cielo.
Poco después una pelota aterrizó al lado de sus pies, como era de esperarse un niño vino por ella, aquel niño al verle detuvo su caminar, mirándolo por un momento, dudoso de acercarse y tomar su pelota. Wei Ying lo miró y le sonrió, aquello siempre funcionaba con los niños, aquel chiquillo le devolvió la sonrisa y se acercó con más confianza, tomando el balón en sus manos.
—¿Cómo te llamas? —le preguntó, el niño lo miró de nuevo antes de responder.
—A-Yuan.
—Oh, A-Yuan, un gusto, soy Wei Ying.
El niño volvió a sonreír antes de dar media vuelta e ir hacia una pareja que se encontraba sentada a unos metros más allá, parecía hablar con el par de adultos, ellos miraron en su dirección y Wei Ying solo pudo sonreír, sin saber por qué lo hacían. Pronto, A-Yuan volvió hacia donde Wei Ying se encontraba y extendió su pelota hacia él.
—¿Quieres que juegue contigo? —preguntó, él asintió con euforia. —Bien. —sonrió mientras tomaba el balón y lo lanzaba hacia el pequeño, él lo tomó de nuevo y comenzaron a pasarse la pelota una y otra vez, cada vez más lejos o más alto. El niño reía y le parecía extraño que se haya encariñado consigo tan rápido, más no dijo nada al respecto, tratar con niños era su especialidad después de todo.
Tiempo después, sus padres lo llamaron de regreso, A-Yuan se despidió con su mano, aún sonriendo y fue tras ellos, tomando la mano de su madre.
Sonrió mientras lo miraba irse, cayó en cuenta que también debía ir a almorzar o comer algo, así que tomó la carpeta que había dejado en la banca y se dispuso a buscar algún local de comida. Justo en ese momento, alguien lo tomó del brazo y le impidió dar siquiera un paso. Wei Ying giró inmediatamente en su dirección, era un joven bastante apuesto y alto, sus ojos eran demasiado bellos, pero no se habría fijado en que estos eran dorados si no fuera por las lágrimas que se agolpaban en ellos y como en su cara difícilmente se formaba una expresión de dolor.
—¡Wei Ying! —dijo aquel joven y al instante se encontraba estrechado en sus brazos, de una manera que nadie lo había abrazado, tan fuerte como delicado, tan anhelante como doloroso.
Estuvo aturdido un momento por no saber qué hacer, el joven parecía no querer soltarlo. Wei Ying lo empujó luego de unos segundos cuando se puso a pensar que aquello era demasiado raro. —Tú... ¿Quién eres?
En la cara del joven se notó como el ceño se fruncía un poco sin entender lo que le decía.
—Me llamo Wei Ying, ¿me conoces? ¿Cómo te llamas?
Aquel joven no decía nada, se había quedado petrificado en su sitio, solo había podido exhalar sorprendido, sin quitarle los ojos de encima a Wei Ying.
—¿Qué ha pasado? —es lo único que preguntó luego de unos segundos.
—¿Mmm? Asumo que eres un conocido mío... —comenzó diciendo, mirando como se reflejaba el dolor en el rostro del otro por lo que dijo. —Disculpa, no puedo recordarte, tú... ¿Cómo te llamas? —insistió, algo en esa persona le decía que no era únicamente un conocido, tal vez alguien cercano.
—Lan Zhan, mi nombre es Lan Zhan.
—¿Lan Zhan?
Comenzó a divagar entre sus recuerdos, no había nada con lo que lo pudiera asociar, por más que intentó encontrar su cara, en su memoria no aparecía nada de nada. Como esperaba, un dolor apareció a los pocos segundos en su cabeza, cerró los ojos intentando que se vaya y cuando lo hizo, sintió las manos de aquella persona sujetarlo, como si Wei Ying fuera a caerse en cualquier momento.
Sin embargo, Wei Ying se soltó de su agarre, mirándolo de nuevo. —No sé quién eres.
Lan Zhan, como se llamaba el chico, tomó su mano, Wei Ying podía sentirlo temblar, así como podía notar lo fría y sudorosa que estaba su palma.
—¿Eras mi amigo? Jiang Cheng no me ha hablado de ti. —el agarre de Lan Zhan en su mano seguía firme y no había ni un ápice de probabilidad de que lo soltara. —Tengo que ir a almorzar, ¿sabes? ¿Por qué no me acompañas y así conversamos?
El joven pareció pensarlo un momento, antes de asentir. —Mnm.
Intentó caminar, pero Lan Zhan mantenía su mano sobre la suya. —¿Podrías soltarme? No huiré, te lo prometo.
El chico volvió a asentir y entonces caminaron en silencio.
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Amarte hasta el final de mi vida (WangXian) - AU
FanfictionEl inicio de un primer amor da paso a una linda historia de Lan Zhan y Wei Ying, dos estudiantes que se conocen en las puertas de su colegio. A pesar de las adversidades, demuestran que lo que sienten no puede ser desvanecido tan fácilmente, porque...