Pequeño

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Pov Minho. 

Aburrido golpeé con mi dedo índice el apoyabrazos de mi gran trono negro.

-¿Qué quieres?- Pregunté aburrido sin siquiera mirarlo a los ojos.

-Van... Van a celebrar el cumpleaños de tu hermano... Bangchan...- Habló Jeongin levitando sobre el suelo mientras un brillo como el de un arcoíris irradiaba de él.

-No iré, vete ya- Hablé parándome de mi lugar para caminar dentro de mi palacio.

-Pero... Él enserio espera verte ahí... Quiere-- Lo miré enojado haciendo que corte sus palabras y baje la mirada tímido.

-Si no quieres que suelte a Cerbero... Vete- Volví a amenazar mirándolo por el rabillo del ojo.

Él solo se dio la media vuelta y se marchó dejando una pequeña estela de arcoíris por donde pasaba. 

Rodé los ojos y me metí a mi palacio, miré mis tres gatos jugar y mordisquear todo mientras peleaban.

Me quedé viéndolos jugar mientras pensaba en esa dichosa fiesta...

Quizás era tiempo de arruinar la felicidad de alguien en el Olimpo...

...

Al llegar al lugar, Hyunjin se sorprendió mucho al verme ahí.

-Así que viniste... Creí que le habías dicho a Jeongin que no vendrías- Habló cruzado de brazos.

-Eso no te interesa- Murmuré pasando de él para entrar a la sala donde todos se reunían en una mesa redonda y gigante.

-¡Hermano! Al fin decidiste salir de ese lugar... Aunque veo que el lugar no sale de ti- Bangchan vino a mi golpeando mi espalda en saludo mientras miraba mis ropas negras de cuero con algunas cadenas colgando, me quejé por la fuerza bruta mientras lo mataba con la mirada.

-Hola Minho- Me saludó Felix sereno a un lado de su esposo- No te veíamos desde hace algunos siglos-.

-Hola Felix- Hablé molesto por tanta luz... Había demasiado blanco aquí...

-Ya te acostumbrarás a la luz de nuevo- Sonrió Bangchan levantando una mano para salir a saludar a otro Dios.

-Te agradezco que hayas venido... Es bueno ver tu rostro, aunque sigas igual de serio y gruñón- Habló Felix caminando a mi par, me senté a su lado en la mesa mientras esperábamos que todo empezara.

-No puedo decir lo mismo... Estas demasiado... Amarillo- Me quejé sin poder mirarlo más de dos segundos por el fuerte brillo natural que emanaba.

Félix era uno de los Dioses más hermosos del Olimpo, su cabello rubio, sus ojos mieles, sus pecas y sus rojos labios llamaban la atención de cualquiera, y por ello se aura era demasiado fuerte para mis ojos que acostumbraban un lugar negro y oscuro.

-Gracias por venir todos a mi fiesta- Finamente todos estaban sentados en sus correspondientes sitios mientras Bangchan llamaba la atención de los Dioses.

Aburrido, con mi cabeza apoyada contra mi mano, comencé a ignorar las palabras de Bangchan y me puse a inspeccionar los rostros conocidos de todos los Dioses aquí reunidos, algunos ni siquiera los conocía, suponía que eran hijos de algún que otro Dios.

Aunque mi mirada finalmente cayó sobre un pequeño Dios de cabello rubio y mejillas gorditas.

Sonreí de medio lado tirándome hacia atrás en mi silla cruzado de brazos, lo escanee de arriba a bajo notando lo delicado y fino que se veía, incluso algo de brillo rojo brotaba de su piel.

Mi Pequeño Dios (MinSung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora