| ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴠᴇɪɴᴛɪᴄᴜᴀᴛʀᴏ |

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Ann Xio

Me acuesto con sentimientos encontrados.

Por una parte me siento mal por decirle esas cosas a Keira y hacer que se alejen.

Por otra que él la este llamando me fastidia.

Apaga las luces y se acerca a la cama, se desviste antes de acostarse.

- ¿Qué hacías? - le pregunto.

- Estaba hablando con Keira. - no miente.

- ¿Qué te dijo? - pregunto y es él quien me lleva a su lado.

- Que tiene exceso de trabajo, está en finales y dolor de cabeza. - Keira tampoco miente. Hoy comento que le dolía la cabeza cuando Troy quiso invitarle de su café.

- Es bonita - lo provoco.

- Si - es sincero.

- ¿Nunca te gusto? - insisto y no entiendo porque pregunto eso.

- No - responde tranquilo.

- Seguro - vuelvo a decir y niega.

- No veo a Keira como mujer, la veo como mi hermana, mejor amiga.

- Te quiero - sentía una necesidad arrebatadora por decírselo. - gracias por ser bueno conmigo.

- Durmamos - dice y se acomoda abrazándome. No responde a mis sentimientos y creí que está bien, estamos empezando.

- Me iré de viaje - avisa.

- ¿A dónde? - pregunto sin resignación.

- Un partido en Londres.

- ¿Cuántos días?

- Solo dos.

- Te extrañare.

Estamos desayunando y Dean dice que se irá.

- Puedes quedarte en la casa de tus papás para que no estés sola y llores por las noches. - recomienda y eso me hace recordar que mi padre no me deja de llamar pidiéndome que lo lleve a almorzar.

- Está bien - respondo, no creo que quiera ir, a si que me toca darle cara a mi padre sola y continuar mintiendo le.

Salimos de su departamento y me lleva a la universidad.

- ¿Están juntos? - me pregunta Keira mientras esperamos al instructor.

- Si. - respondo avergonzada.

- Qué bueno, Deán es bueno. Seguro les irá bien.

- Ajá, ¿Qué hacías en el supermercado? ¿Y por qué no nos hablaste? Creí que estabas molesta. - encaro.

- Estaba comprando un ambientador para el pupu del señor Colmillos - dice, el señor Colmillos es su mascota - y estaba apurada. Tenia los exámenes.

Asiento.

Vamos al salón. Y continuo mis clases igual que siempre, como Dean no está, decido ir a ver a mi familia, los extraño, últimamente me he notado más nostálgica que de costumbre, el embarazo me a afectado.

Entro a mi casa y a primera vista no hay nadie. Luego empiezan a salir ruidos de la cocina y sé que es mi madre, al traerla en mente traigo también nuestros problemas y llego a la conclusión que la he perdonado por engañar a mi padre. Así que decido ir a verla, la encuentro y no es que nos sonreímos, abrazamos y nos alegramos por vernos, no, hay algo entre nosotras que nos piden acercarnos, quizás fueron las palabras feas que le dije.

- Hola - saluda.

- Hola - respondo.

- Estaba por servir el almuerzo - avisa.

Hojas Secas En OtoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora