No more games [loki y tú - 2datemporada]

[20. Ignorar]

Se levantó rápidamente en cuanto notó que a su lado estaba Steve, quien tenía el gesto contorsionado en enojo.

—Creí que estabas...

—¿Congelado? Sí, lo estaba. —completó el capitán, con un tono de voz irónico— Pero Buck dijo que si no cumplías lo que acordaron, lo descongelaría y vendríamos a romperte tus perfectos dientes, así que aquí esta.

Loki los observó con un gesto sin emociones.

—Pero no lo haré, porque un golpe no será suficiente dolor como el que tú le has hecho pasar a ella. —irrumpió el soldado— ¿Sabes qué es lo que te dolerá? Volver después de mucho tiempo, creyendo que aún te esperaría, pero resulta que no es así, ya que es feliz con alguien más. Y tendrás que verla con aquel sujeto, besándose, diciéndose que se aman, y viendo que él puede darle lo que tú no pudiste... Tendrás que pasar por lo que yo pasé cuando la vi contigo.

El dios tragó hondo, sintiendo el peso de las palabras del castaño.

—Y no permitiré que interfieras, porque preferiría mil veces que esté con el narcicista de Stark antes que con un mentiroso embustero como tú.

—Bucky tiene razón, así que lo mejor será que vuelvas con tu esposa y tu vida en Asgard.

Se mordió la mejilla internamente.

—No me iré así de fácil.

—¿Entonces te quedarás aquí a tener una doble vida para ver si ___ cae nuevamente en tus brazos?

—Buck, déjalo. —interfirió Steve, fijando su mirada en el dios— Escucha, Loki. Hagas lo que hagas, mi hermana no caerá tan fácilmente esta vez, así que no pierdas tu tiempo.

Los dos amigos se marcharon, dejando a Loki a solas nuevamente, éste se volvió a sentar en el sofá, aún más estresado que antes.

A la mañana siguiente.

La rubia despertó con los brazos enredados en el cuerpo de Tony, mientras su teléfono sonaba incesantemente. A regañadientes tomó el aparato y contestó, mientras estiraba el cuerpo, sentándose sobre la cama y manteniendo la vista en un punto fijo.

—¿Hola? —dijo con voz ronca.

—Buen día, hermanita.

Frunció el ceño.

—Steven, ¿tienes idea de la hora que es?

—Las seis de la mañana. —respondió tranquilamente.

—¿Y puedo saber por qué estás llamándome e interrumpiendo mi sagrado sueño?

—Tengo una sorpresa para ti, nos vemos en el Times Square en veinte minutos.

—¿Qué? Pero...

Su hermano colgó la llamada antes de que pudiese acabar.

Minutos más tarde se levantó totalmente, dirigiéndose al baño y abriendo la ducha apenas cerró la puerta tras de sí, desvistiéndose mientras hacía su mayor intento por no cerrar los ojos. En cuanto entró a la ducha y el agua fría toco su pie, tiritó levemente, rechinando los dientes y soltando un suspiro frustrado.

—Maldito seas, capipaleta.

Se duchó rápidamente evitando mojar su pelo, ya que imaginó que la "sorpresa" de su hermano sería un entrenamiento o algo por el estilo, por lo cual volvería a casa a ducharse después de ello. Al poco tiempo salió, amarrándose su bata de baño al cuerpo y secándose el rostro con una más pequeña, luego abrió la puerta y caminó sigilosamente, tratando de no despertar a su novio.

Con mucho cuidado, sacó una lencería color beige junto con una licra negra y un hoodie morado, al igual que unas medias tobilleras y unos tenis blancos. Después se vistió en total silencio, observando de rato en rato al castaño, quien dormía plácidamente en su cama, con una mano cubriendo su rostro y la otra cruzada en su estómago.

Se hizo una coleta en el cabello, al tiempo que buscaba un bolígrafo y un papel, en cuanto los encontró, comenzó a escribir una nota para Tony, avisándole que estaría con su hermano y que volvería más tarde, para luego colocarla en el lado vacío de la cama. Finalmente, tomó su teléfono, sus llaves y salió de la habitación.

Caminó dirigiéndose a la cocina a paso silencioso, pero se detuvo en la sala al encontrar al dios del engaño durmiendo incómodamente en el sofá, sin siquiera una cobija que lo abrigara. Se acercó lentamente hasta él, detallándolo a fondo, a comparación de lo que ella conocía, éste no era el mismo Loki de siempre, se veía diferente.

Prefirió ignorar el hecho de que aunque estuviera durmiendo, se veía terriblemente cansado.

Prefirió ignorar que su cabello ya no tenía el mismo brillo que había mantenido desde que lo conoció.

Prefirió ignorar su rostro pálido y las lágrimas secas que habían en el mismo.

Decidió ignorarlo por su propio bienestar mental.

Pero aún así, no pudo evitar sentir lástima por su ex novio, por lo cual decidió actuar.

—Loki... —lo llamó suavemente— Despierta.

El mencionado se levantó de golpe, sobresaltándose en gran manera, mirando a todos lados y respirando erráticamente, eso la hizo extrañarse.

Él nunca había reaccionado de tal manera.

—Hey hey, cálmate, soy yo.

Los ojos del dios se posaron en el rostro de la mujer, quien tenía las manos levantadas en señal de paz.

—¿Qué pasa? —murmuró confuso, intentando tranquilizarse.

—Te has quedado dormido aquí, ¿por qué mejor no vas a tu habitación a descansar? Luces agotado.

El pelinegro la miró con un brillo extraño en los ojos.

Pese a lo que había hecho, pese a que estaba con alguien más, ___ aún se aseguraba de que él estuviera bien.

—Sí, yo... Está bien.

La rubia asintió.

—De acuerdo, nos vemos.

Se dio media vuelta y caminó hacia la cocina, ante la atenta mirada del ojiazul, quien observó como ésta tomó un yogurt de la nevera y luego se lo tomó de un sorbo, para después caminar fuera del lugar a paso tranquilo.

Cuando escuchó el sonido del ascensor, se permitió levantarse para dirigirse a su antigua habitación, tratando de no toparse con nadie que pudiera romperle la cara, sin embargo, hizo una parada técnica en el cuarto de la Rogers por simple curiosidad, pero se arrepintió al instante al ver recostado en la cama al filántropo.

Bucky tenía razón, sufriría al verla con alguien más...