No more games [loki y tú - 2datemporada]

[25. Cuando era tu hombre]

Dos días después.

Después de haber encontrado una escena demasiado romántica entre la rubia y el filántropo, no volvió a hablar con ella durante los últimos dos días, estando ella demasiado concentrada en sus canciones y su nueva relación, y él estando demasiado concentrado en ella y su nueva relación. Cada vez que iba a buscarla, la encontraba junto a Stark en escenas que torturaban su corazón, dándose besos, caricias o incluso simplemente abrazados en un cómodo silencio; las palabras de Bucky cobrabran cada vez más sentido en su mente, pero a diferencia del soldado, él no se rendiría tan fácilmente, sin embargo, parecía que la decisión de la mujer era firme, y eso le ardía en el alma.

Caminó por la torre, sin un rumbo fijo, hasta que se quedó observando la ventana que daba hacia las afueras de la torre, cuando los vio de nuevo. Su corazón dio un vuelco cuando observó como la pareja bailaba en el césped, estando descalzos y dando vueltas por todo el lugar, de pronto sintió una presión en el pecho y sus ojos se cristalizaron.

Caminó hasta su habitación, sin poder reprimir las lágrimas que salían de sus orbes azules, cuando llegó, cerró la puerta tras de sí y buscó entre un cajón de su gabinete un suéter color verde lima, perteneciente a la mujer con la que se ha adentrado a un doloroso juego, donde salió él perdiendo.

—Recuerda que iremos a comprar los preparativos de mañana, así que debes llegar temprano amor.

—Bien, señorita festiva. Nos vemos.

Tony le dio un último beso en los labios antes de subirse al convertible y encender el auto, ella se despidió con un vago gesto de mano, para después adentrarse nuevamente en el complejo.

Tomó el ascensor hasta llegar al piso de las habitaciones, caminó para llegar a su habitación, pero una melodía proveniente de la habitación de Loki la detuvo, con cautela posó su oreja en la puerta para escuchar mejor.

Loki estaba cantando.

—Same bed, but it feels just a little bit bigger now. Our song on the radio, but it don't sound the same. —entonó éste al otro lado de la puerta— When our friends talk about you, all it does is just tear me down, 'cause my heart breaks a little when I hear your name, it all just sounds like, uh, uh, uh, uh, uh.

Nunca lo había escuchado cantar y debía admitir que lo hacía bien, pero la letra se sentía algo triste.

—Hmm, too young, too dumb to realize that I should've bought you flowers and held your hand, should've gave you all my hours when I had the chance, take you to every party, 'cause all you wanted to do was dance... Now my baby is dancing, but she's dancing with another man.

Sí, era bastante triste.

—My pride, my ego, my needs and my selfish ways caused a good strong woman like you to walk out my life.

En seguida captó la letra de la canción.

¿Acaso estaba hablando sobre ella?

—Now I'll never, never get to clean up the mess I made, oh. And it haunts me every time I close my eyes, it all just sounds like, uh, uh, uh, uh, uh... —continuó cantando— Hmm, too young, too dumb to realize that I should've bought you flowers and held your hand, should've gave you all my hours when I had the chance, take you to every party, 'cause all you wanted to do was dance... Now my baby is dancing, but she's dancing with another man.

Se sentó frente a la puerta, estrujándose el rostro.

"¿Por qué, Loki? ¿Por qué ahora?" Pensó para sus adentros.

—Although it hurts, I'll be the first to say that I was wrong. Oh, I know I'm probably much too late to try apologize for my mistakes, but I just want you to know... —elevó la voz.

Sintió las lágrimas llegar a su rostro.

—I hope he buys you flowers, I hope he holds your hand, give you all his hours when he has the chance, take you to every party, 'cause I remember how much you loved to dance... —bajó el tono de su voz— Do all the things I should've done, when I was your man. Do all the things I should've done, when I was your man...

Reprimió un sollozo, hasta que sintió una vibración en su pantalón, cuando tomó el teléfono y abrió el ícono de mensajería, las lágrimas sólamente pudieron salir a más velocidad. Soltó un jadeo roto, levantándose del suelo y buscando la manera de verse fuerte, sin embargo cuando abrió la puerta, el dios la notó realmente mal.

—___... ¿Estabas escuchando?

Ella evitó mirarlo, simplemente secando sus lágrimas.

—Hey, mírame por favor. —pidió, acercándose a ella y tomando su rostro.

Por fin, sus ojos conectaron y ella soltó una risa rota.

¿Por qué tenía que volver y ponerlo todo de cabeza?

Leyó nuevamente el mensaje en su teléfono, y en seguida se apartó del pelinegro.

No, no volvería a caer tan fácilmente.

—¿___?

—Tú esposa acaba de llegar. —avisó, dándole la espalda— Será mejor que vayas a recibirla.