Secretos De Familia (Brunoxlectora)(Cancelada)

5

Los Madrigal bajaron al pueblo, algo casi connatural de ellos ayudar a quien pidiera su auxilio corrían como un perro llamado por su amo para brindar atención.

Nadie lo notaba, pero Luisa estaba aterrada, aunque como siempre no pudo demostrar lo porque eso es muy impropio de ella, porque ella es fuerte y no es propio de alguien fuerte llorar, ¿O no?, No le importaba.

Solo pensaba en lo débil que se sintió y en lo de anoche cuando a sus ojos esa señora intento atacar a su hermana y no pudo cuidar la. La impotencia y el terror la carcomía de tal manera que su ojo no dejaba de temblar.

La única que sabía algo de esto era Dolores, por obvias razones mantuvo el secreto de su prima, por ahora su mente se centraba en su plan que con su hermano ejecutan.

— oye Dolores — hablo Camilo, con una mirada pensativa, algo impropio de el.

— ¿Sí? — susurro está.

— quitando lo del don de Antonio y lo de esa señora, ¿No te preocupa lo que dijo Mirabel? —cuestionó Camilo.

Dolores parpadeo unos momentos, recordando las advertencias sobre las grietas y el milagro. Tembló pensando en la posibilidad de que eso fuera posible.

Encanto sin magia no es Encanto, un madrigal sin un don ¿Cómo podría ayudar a la comunidad? Dejarían de ser los protectores de Encanto, todo se desmoronaría.

La sola idea era paralizante, entendía porque su abuela le había advertido a Mirabel sobre mencionar esto.

— oí las tablas caer y los escombros — murmuró cohibida.

Camilo casi se transforma debido al miedo que le recorrió.

— ¿Y porque no dijiste nada?, ¿Porque dejaste que todos creyeran que Mirabel lo hizo para llamar la atención? — cuestionó imponiéndose frente a Dolores, obstruyendo el paso.

Caminaban entre los rincones menos transitados de Encanto para prevenir cualquier mirada de chismosos o personas que los necesitaban. Sí la abuela los descubría estarían más que muertos para la mierda.

— sí le daba la razón a Mirabel frente a todo el pueblo la abuela no reaccionaria bien — respondió con raciocinio.

— ¿Y dejaste que todos hablaran mal de Mirabel solo por eso?

— Camilo no actúes como si no hubieras hecho lo mismo — le recrimina, con los labios fruncidos.

Camilo no dice nada y es porque tienen razón, no puede mentir le a Dolores.
Aún así siente impotencia por Mirabel y ahora miedo, es una sobrecarga de información que le hace palpitar la cabeza.

¿Casita de verdad está en peligro? Nunca vio grietas, jamás había oído esto. Su abuela decía que lo mejor para el pueblo era no saber el problema hasta qué hubiera una solución pero ¿Cómo se soluciona esto?

— Camilo, Camilo — repetía Dolores, tocando los hombros de su hermano con preocupación. Este parecía reaccionar pero no darse cuenta de algo—, tus piernas, tú ¿Hiciste eso?

Camilo vio en la misma dirección de su hermana y notó que era más bajo y que sus piernas estaban forradas por unos pantalones más anchos. Camilo se extraño porque aunque sintiera mucho miedo jamás se transformaba a medias. Al menos no desde que era un niño.

— y-yo... No, esto es raro ¿Las grietas pueden afectar nuestra magia? — pregunta extrañado y tratando de calmar sus nervios.

Camilo trata de volver a su forma original y lo logra de a poco, ante los ojos analíticos de Dolores.