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Dolores abandonó la habitación, encabezando a sus demás hermanos y primas, yendo directo al cuadro donde su tío se dirigía a la par, a través de la pared mientras tocaba madera como loco, cruzaba los dedos y hacía un sin fin de rituales para atraer la buena suerte.

Ella no estaba menos nerviosa.

— tío Bruno —murmuro la muchacha, apoyándose al lado del cuadro.

Dolores no puedes permitir que Mirabel vaya allá, es peligroso, no, no, no, porfavor haz la razonar no, no, oh qué terrible, porfavor que no se acerque a mi torre toc toc tac, tocó madera

Otros murmullos se escuchaban, intangibles para otro, para ella claras pedidas de auxilio para proteger a su hija.

— ya se que Mirabel es tu hija —soltó Dolores.

Un estruendo, un pequeño grito que la hizo retroceder y los pies torpes junto al corazón de su tío que se detuvo por unos segundos.

Ella escuchaba la respiración acelerada del hombre, sus manos temblandole y aunque no sabía cómo era su rostro ahora, podría jurar que debía tener una expresión de espantó debido al estupor de esa revelación.

Pero Dolores no se quedó ahí.

— tienes que decir le la verdad a Mirabel, ella conoció a su madre pero debido a la familia, convencieron a la la señ... A la tía Imelda de que no le dijera a Mirabel nada —aclara y como si le hubiera caído un disparo certero, su tío se llevó la mano al pecho y cayó de rodillas, murmurando negaciones y teorías dónde mostraba su desconcierto y horror ante confesar la verdad a su propia hija.

“n-no entiendes sobrina, s-si... S-si le digo a Mirabel t-todo saldría mal, e-ella m-me odiaria, l-lo que le hice a su madre y-y a ella... Yo, yo las abandoné, soy un monstruo

— un monstruo jamás se hubiera sacrificado para proteger a su familia —razona Dolores, intentando alentar a su tío— los secretos se están desenterrando, ha pasado mucho desde lo de la ceremonia de Antonio.

y-ya veo

Aún no se lo cree, tiene la posibilidad de volver a ver a su querida ratoncita, su niña hermosa, la pequeña que vio crecer a través de los muros y convertir se en esa tierna jovencita de lentes tan vivas como su madre, pero con el alma rota de su padre.

¿Cómo le explicaría que nunca estuvo con ella por su propia culpa?, ¿Que la visión solo hará todo peor?

Daría lo que fuera por haber confiado en Imelda, en haber hablado con ella antes de dejarse convencer por su madre de darle una visión sobre su propia hija.

Tal vez así hubieran Sido felices, Mirabel hubiera tenido quien la defendiera, quien la cuidara realmente y que la hiciera darse cuenta de lo maravillosa que es.

Pero el hubiera no existe. No en su historia.

.........

Camilo salió del cuarto de su prima, el cual alguna vez compartió con ella en épocas distintas, tiernas y sin malestares.

Suspiró con pesadez mientras veía a la distancia como Mirabel hablaba con Luisa, y a su hermana cerca de ese cuadró.

— ¿Que es eso? —cuestiono Toñito que estaba a su lado, con una rata de Mirabel en su cabello.

Toñito había insistido en acompañar lo por si tenía otro “accidente” rogaba que no fuera así, porque en verdad dolía transformar se. Era extraño que lo evitará hacer cuando antes lo hacía casi como reflejo y de manera compulsiva.

Secretos De Familia (Brunoxlectora)(Cancelada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora