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Ambas miradas se encontraron, una década sin esa cercanía que una pared dividía.

Avellana y verde chocaban, en un sepulcral silenció, hasta que Bruno tuvo que correr.

— ¡Oye!, ¡NO, QUIETO AHÍ!

una persecusión se hizo, Mirabel apenas alcanzaba a esa figura fantasmal que era su tío, se cuestionaba muchas cosas mientras corría, sin pensar en los riesgos.

¿Porque había vuelto?

¿Porque no había dicho nada?

¿Porqué tomo la visión sin dejar la verla?

¿Cómo podía correr tan rápido y moverse entre tantos obstáculos?

Bruno en cambio solo pensaba en correr, escapar de su hija por más que le doliera, porque no tenía las fuerzas para verla culpando se por el milagro, se supone que las ratas le robarían la visión y le darían tiempo para hablar con Mirabel.

¿Porque nada le puede salir bien?

Vio la esperanza en él escapar de la quinceañera cuando un enorme hueco que hace años se había creado en la madera vieja del piso aparecía, salto con maestría y escapó, esperando que Mirabel se rindiera.

Se le había olvidado que Mirabel era tan terca e impulsiva como Imelda.

— wow... —dijo la chica viendo al vacío oscuro de esa segura caída.

Mirabel vio por dónde se había ido su tío y con rapidez imitó los pasos, con mucha suerte de que le salieran exitosos, pero no contaba con la vejez y el desgasto de su ambiente, en especial del piso con madera podrida.

— ¡AHHHHHHH! —grito está, viéndose caer y apenas sosteniéndose con una madera que se había roto.

Mirabel veía hacía abajo, sintiendo las manos sudar le y el sonido de la madera crujiendo y estirándose queriendo quebrar se, el corazón le latía a mil, estaba aterrada.

No podía terminar así, no podía defraudar a sus primos, a su abuela, a su tía Imelda, no era justo.

Después de dar todo de si, de querer proteger a su familia, ¿No significó nada?

— ¡C-casita ayuda me!, ¡Ayuda me! —suplico como último recurso mientras se trataba de sostener— ¡DOLORES!, CAMILO, ANTONIO, LUISA, PORFAVOR... CASITA... —rogaba entre el miedo y la desesperación, sentía que quedaba poco para que su sudoración la hiciera soltar se o la misma madera se rompiera— porfavor ayuda me... ¡AHHHH!

— ¡MIRABEL! —grito una voz y sintió su mano siendo rozada al caer en una oscuridad que solo le permitió ver por momentos esos ojos verdes llenos de terror.

Antes de recibir el impacto.

........

«— vamos Mirabel, despierta ratoncita, despierta —decía una voz a su alrededor, sus ojos no querían abrirse.

— mi niña maravillosa debes despertar, papá y mamá te vamos a llevar pasear, papi está emocionado —hablo la voz femenino que bien conocía.

— sí, tienes que despertar ratoncita, haz lo por mi, por papá... Despierta Mirabel»

Todo era oscuro, la cabeza le dolía y se sentía en brazos de alguien, junto a su oído se escuchaba el palpitar desbocado de un corazón y chillidos a su alrededor junto a murmullos.

— traigan rápido algo de la cocina, lo que sea, ahora, oh no, Mirabel, mi ratoncita... Perdona me, no llegue a tiempo, lo siento, papá está aquí, papá ya está aquí para tí... —hablaba aquella voz masculina y sus ojos aunque pesados se abrieron levemente.

Secretos De Familia (Brunoxlectora)(Cancelada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora